[VALLE]
Abro los ojos a las 8:00 am al escuchar el celular vibrar. Con trabajos estiro la mano, a tientas lo busco y lo tomo para dar paso a una hermosa sonrisa que solamente él sabe provocar aunque no esté presente.
IBIZA:
BUENOS DÍAS, CORAZÓN, MÍO. ESPERO HAYAS DORMIDO BIEN. TE ENVÍO ESTA HERMOSA FOTO QUE TE TRAERÁ RECUERDOS. MUERO PORQUE COMAMOS DE NUEVO CHURROS EN EL MORO Y VAYAMOS AL BAR DONDE TUVIMOS ESTA PLÁTICA SUPER CADENTE QUE ME LLEVÓ A PEDIRTE MATRIMONIO.
Así, veo la hermosa foto de la Alameda, en la ciudad de México, y sonrío. Qué ganas de estar allá con él de nuevo.
IBIZA:
ES EVIDENTE QUE LA FOTO NO ES MÍA, PORQUE YO NO TOMO ESAS FOTOS, PERO MILI ME HIZO EL FAVOR DE HACERLO, AL PARECER TIENE BUEN OJO. TE AMO, CONTÉSTAME CUANDO PUEDAS. TU TOPI.
Después de leer el último mensaje comienzo a reír y estoy deseando con todo el alma que él me vea en este momento. Me incorporo rápidamente y le contesto.
NOMBRE:
BONITO DÍA, GUAPO TOPI. GRACIAS POR SER EL MEJOR DESPERTADOR DEL MUNDO. TE MANDARÍA UNA FOTO DE LA VISTA DE NUESTRO DEPARTAMENTO PERO, NO PUEDO, AYER ME DORMÍ DESNUDA Y NO QUISIERA PARARME Y HACER UN ESPECTÁCULO. MEJOR TE MANDO OTRA QUE TE VA A ENCANTAR.
Y si más, le envío una foto mía, con la intención de que su respuesta sea la evidente, que si lo conozco será así.
IBIZA:
¡MUÉSTRAME!, ¿DESNUDA?, ¿LEÍ BIEN?, ¿POR QUÉ CUANDO ESTÁS SOLA DUERMES DESNUDA Y CUANDO YO ESTOY ALLÁ, NO?, ¿ES UNA ESPECIE DE TORTURA?
Contesta de inmediato y yo me río.
NOMBRE.
NO ES TORTURA, SIMPLEMENTE QUE SE ME ANTOJA DORMIR ASÍ. ADEMÁS, TÚ AMAS DESNUDARME, ASÍ QUE NO DEBERÍAS QUEJARTE.
Contesto, en forma provocativa.
IBIZA:
NO PUEDO TENER ESTA CONVERSACIÓN AHORA, HAY MUCHA GENTE A MI ALREDEDOR. PERO, SEGUIRÁ HOY MÁS TARDE. Y MÁNDAME OTRA FOTO, POR FAVOR, PERO TOMA EN CUENTA LO QUE ACABO DE DECIR.
Así, me levanto de la cama, corro hacia la cajonera y saco un conjunto de lencería nuevo que me compré ayer que regresaba de la plática con Salvatierra, me pongo de pie y me tomo una foto.
NOMBRE:
COMO DICES QUE ESTÁS INDISPUESTO, TE ENVÍO SOLO UN PEQUEÑO VISTAZO.
Escribo, para luego adjuntar la foto.
IBIZA:
¡VALLE SANDOVAL!, ¿POR QUÉ ME TORTURAS ASÍ?, TE DIJE QUE ESTABA RODEADO DE GENTE. AUN ASÍ, MUCHAS GRACIAS POR LA IMAGEN, ESA LENCERÍA TENDRÁ QUE SER EXAMINADA POR MÍ CUANDO REGRESE. POR AHORA, CREO QUE TENDRÉ QUE IR AL BAÑO A ECHARME UN POCO DE AGUA EN EL ROSTRO. TE AMO, CORAZÓN.
Me escribe de inmediato y comienzo a reír.
NOMBRE:
LO SIENTO, PERO MORÍA POR MOSTRÁRTELO. YO TE AMO MÁS, NOS VEMOS MÁS NOCHE.
Aviento el celular sobre la cama, me quito de nuevo el sostén y entro a la ducha. Parece ser que a Salvatierra no le gustaron mis condiciones porque después de nuestra plática ya no volvió a escribirme, así que supongo que no hay trato y que tengo tiempo libre para ir al Espacio Contemporáneo de Arte, el cual me han recomendado mucho.
Así que después de salir de la ducha, me pongo unas mallas negras, imitación piel, un suéter blanco tejido, de manga y cuello largo. Unas botas a juego y amarro mi cabello a lo alto. Mientras me maquillo, puedo escuchar a Beni y Panza maullando al otro lado de la puerta.
⎯ Ya, ya, ahora les doy de desayunar ⎯ les hablo, mientras salgo de la habitación y busco la comida para gato en la alacena. Les sirvo en el plato y ambos se acercan a comer juntos.
Tomo un poco de café y una tostada con mermelada y mantequilla mientras observo a los dos comer, me alegra que al menos Beni haya encontrado compañía y no se sienta tan solito cuando lo dejo por la mañana.
Llega mi turno de desayunar y hoy me cocino unos huevos revueltos con un poco de jamón York y desayuno viendo las r************* . Parece ser que todo el espectáculo que ocasionó Sam se ha acabado y que por ahora mi nombre ya no existe más. Termino de desayunar, lavo los trastes que acabo de utilizar, regreso al cuarto, termino de arreglarme y después de verme frente al espejo salgo del piso.
NOMBRE:
VOY AL ESPACIO CONTEMPORÁNEO DE ARTE, TOPI. ESPERO TE ESTÉS DIVIRTIENDO.
Le escribo para luego salir del departamento y dirigirme al elevador. Cuando las puertas se abre veo a Francisco sentado en el sillón. Al verme, se pone rápidamente de pie.
⎯ Valle, buenos días ⎯ me dice amable.
⎯ Buenos días ⎯ contesto.
⎯ Ayer hablé con mi nieta, y dice que hoy mismo hace la cita para que vayan a doctor, te avisaría hoy por la noche cuando sepa.
⎯ Perfecto. Me voy al Espacio Contemporáneo de Arte.
⎯ Me parece genial, Valle, diviértete.
Salgo del edificio y por primera vez en todo este tiempo Gerard me está esperando en frente. ⎯ Señora Valle ⎯ me saluda educado.
⎯ Gerard, ¿qué te parecería ir al Espacio Contemporáneo de Arte? ⎯ pregunto con una sonrisa.
⎯ Me parece perfecto ⎯ contesta.
⎯ Excelente, espero esos zapatos sean cómodos porque vamos a caminar mucho ⎯ le menciono antes de subirme.
Después de cerrarme la puerta, él se sube al auto y luego me ve extrañado por el retrovisor ⎯ ¿Escuché caminar mucho, señora?
⎯ Sí, claro, ¿no crees que entraremos al museo en carro?, ¿o sí? ⎯ le respondo.
⎯ ¿Quiere decir que yo iré con usted?
⎯ Sí, ¿o esperarás en el auto todo el tiempo? Diego no está así que no tienes nada que hacer. Venga, necesito un argentino que me guíe por estas tierras ⎯ le bromeo.⎯ Además el museo estará cálido.
⎯ Me ganó con eso de que estará cálido ⎯ dice él bromeando y arranca el carro de inmediato.
***
Gerard y yo llevamos dos horas en el Espacio de Arte Contemporáneo y a penas no hemos recorrido la mitad, el sitio es hermoso y enorme, y creo que hasta estoy un poco mareada de tratar de observar cada cuadro que hay en el lugar. Gerard va al lado de mí y me ayuda a ubicarnos en el mapa, sin embargo, aún no tenemos mucho éxito.
⎯ Creo que estamos aquí, señora ⎯ me dice él señalando un punto.
Volteo a ver las pinturas y luego el mapa ⎯ Mmmm, no lo sé, creo que estamos perdidos en el museo ⎯ y no reímos bajito los dos.
⎯ La verdad, le soy sincero, nunca había venido aquí, así que supongo le fallé como guía de turistas.
⎯ Parece ser que sí, la próxima vez tú tomas el sitio de Francisco y él vendrá conmigo ⎯ y ambos nos reímos de nuevo.
Seguimos caminando por los largos pasillos, revisando el mapa con detenimiento cuando la voz de Salvatierra inunda mis oídos.
⎯ Si te sientes perdida, yo puedo guiarte, ⎯ me murmura y yo volteo de inmediato.
⎯ ¿A caso tengo un GPS para que me localices así de rápido? ⎯ le refuto y él se ríe.
⎯ No, Valle. Francisco, el portero, me dijo que estabas aquí. Debo admitir que ese hombre no quería decirme nada de nada, pero finalmente logré que me diera una pista y aquí estoy.
Gerard me ve extrañado ⎯ Es Santiago Salvatierra ⎯ le digo y él sonríe.
⎯ ¿La espero afuera, señora? ⎯ pregunta él educado. Volteo a ver a Salvatierra y asiento con la cabeza.
⎯ Mantén el celular prendido ⎯ le pido.
Gerard se aleja y de nuevo Santiago y yo estamos juntos. Lo veo de pies a cabeza, esta vez no viene nada elegante, simplemente con un conjunto sencillo de pantalones de mezclilla, un suéter y una chamarra que lo protege del frío.
⎯¿Qué quieres Salvatierra? ⎯ le digo un poco fría.
⎯ Quiero hablar contigo, ¿crees que podamos? ⎯ me pregunta educado.
Suspiro.⎯ Vale, pero solo diez minutos ⎯ lo condiciono, aunque sé que está plática, tomará más tiempo.