Entre birras y chelas [Libro 2]

CAPÍTULO 17: Invitaciones

[Valle]

Después de un fin de semana lejos de la ciudad, lleno de sol, playa, comida y sexo, de nuevo regresamos al piso. Diego quería que me quedara para decorar y hacer ciertas cosas de la casa, pero para ser honesta el campo por el momento no es el lugar donde quiero estar y además le prometí a Francisco que terminaría su tour diseñado exclusivamente para mí. También, Beni me está esperando y necesito saber que está bien.

Llegamos Diego y yo al piso un poco más cansados que relajados y cuando abrimos la puerta vemos a Benito y otro gato recostados sobre el sillón.

⎯ ¿Algo que me quieras decir?⎯ le digo a Diego.

⎯ No tengo ni idea de esto.

Nos acercamos y el gato nos maúlla ⎯ Parece ser que Beni ya empezó a hacer amigos ⎯ me dice mientras lo carga. ⎯ El gato apenas sabe qué está haciendo en este mundo, no tendrá más de 3 meses que llegó, tal vez Beni lo invitó a comer a casa ⎯ dice tierno.

Me lo da y puedo ver que a pesar de ser de pelaje blanco tiene una mancha negra en la panza ⎯ Eres nena ⎯ le digo y ella maúlla ⎯ Te llamaré Panza, porque manchas es muy obvio ⎯ y la vuelvo a dejar sobre el sillón. Beni maúlla y luego va a exigirle comida a Diego.

⎯ ¿Por qué tu ropa no está llena de pelos de gato y la mía sí? ⎯ me pregunta mientras le sirve un poco de comida sobre el plato.

⎯ La lavanda ⎯ le digo.

⎯ ¿Lavanda?

⎯ Sí, a los gatos no les gusta el olor a lavanda, por eso me pongo ese aceite sobre la piel. Los aleja un poco. Lo hice así porque no me gustaba llegar a la cocina con pelos de gato sobre la filipina, es mala imagen y antihigiénico.

⎯ ¡Vaya! Entonces ese olor que a mí me atrae a él lo aleja... Interesante ⎯ y se acerca a mí, me toma de la cintura y me besa ⎯ Punto para Diego, cero puntos para Beni ⎯ me murmura y yo me río.

⎯ No sabía que estabas en competencia con el gato, Topi ⎯ y río bajito.

⎯ Todo lo que me quite tu atención siempre será competencia para mí.

⎯ ¡Qué posesivo! ⎯ le bromeo y él vuelve a besarme.

Cuando nos separamos de nuevo lo veo y sonrío, ¿es posible que esté tan enamorada de él? ⎯ ¿Qué pasa?⎯ me pregunta sonriente.

⎯ Nada, simplemente estoy viéndote.

⎯ Como si no te la creyeras ⎯ y se ríe - ¿Cómo haces para verme así todo el tiempo? ⎯ me pregunta.

⎯ No lo sé, supongo que en verdad si eres irreal como dicen tus fans. Supongo que todos los apodos que te ponen están fundamentados. Como eso de que eres un ser de luz.

⎯ ¿Crees que no irradio luz? ⎯ me pregunta divertido.

⎯ Yo creo que más bien irradias sexualidad ⎯ y me río ⎯, y mucha felicidad.

⎯ Eso te lo debo a ti ⎯ y con uno de sus dedos da un pequeño golpe en la nariz ⎯ Valle Sandoval

⎯ ¡Qué cursi! ⎯ bromeo.

⎯ Yo soy un hombre nuevo gracias a ti, así que si ser cursi significa "Hombre nuevo y enamorado", entonces es correcto.

Me alejo un momento mientras voy por un vaso con agua, Diego vuelve a acerarse a mí y me arrincona entre la barra de la cocina y su cuerpo. Siempre ha sido un hombre cariñoso, pero ahora que nos separamos por unos momentos lo es más ⎯ Corazón, ¿podrías venir conmigo mañana a la presentación del nuevo vino? ⎯ me susurra.

⎯ ¿Es en serio? ⎯ pregunto de inmediato.

⎯ Sí, quiero aprovechar cada minuto de mi día contigo porque no puedo estar mucho tiempo lejos de ti.

⎯ Y tus admiradoras, ¿no se volverán locas? ⎯ digo sonriendo.

⎯ No, pero, no tienes que estar presente, puedes esperarme tras bambalinas o no sé... solamente te pido que estés conmigo.

Meto las manos debajo de su playera y comienzo a tocar su pecho por debajo ⎯ Ya iré contigo a ese brunch tan importante pasado mañana ⎯ me justifico.

⎯ ¿Esto que tiene que ver?, puedes ir al brunch y a la presentación ⎯ y me pone cara de niño chiquito.

⎯ Vas a tener que convencerme Topi, porque la verdad no estoy segura de querer estar tan expuesta. Además, con todo lo que se dice de mí en las r************* , no sé si sea buena idea.

⎯ ¿Cómo la convenzo, señora? ⎯ me pregunta mientras empieza a depositar pequeños besos sobre mi cuello.

⎯ No sé, ¿qué te parece una cena en algún lugar?, muero por salir de noche contigo como lo hacíamos en San Diego en nuestra Date night.

⎯ ¿Eso era? Ufff... ⎯ me reclama.

⎯ No todo es sexo, ¿eh? No importa lo que digan tus historias, no siempre convences a tu esposa con eso. Diego me toma de la cintura y me sienta sobre la barra ⎯ ¡Diego! ⎯ digo su nombre entre risas.

⎯ Yo sé que no todo es sexo, pero después de lo que pasó en la casa del campo te juro que no hago otra cosa que pensar en eso, ¿podemos repetirlo pronto? ⎯ y mientras me pide eso toma mi perla y la besa.

⎯ Pronto, pero hoy no. Muero de sueño y mañana tengo que poner mi mejor cara para el público y sobre todo para otra vez ver a Samantha. ⎯Él me toma y me carga acomodándome en uno de sus hombros, dejando mi cuerpo colgado sobre él ⎯¡Diego! ⎯ vuelvo a decir y comienza a caminar hacia la habitación.

⎯ Vamos mujer, que todavía es buena hora para convencerte de hacer travesuras ⎯ se justifica y de nuevo vamos la habitación.