CAPÍTULO 16: Experimentando

2075 Palabras
[Diego] Con mis manos comienzo a apretar su trasero y ella se ríe. ⎯ Me encantas Valle, eres la mujer perfecta para mí. Me fascina cada parte de tu cuerpo, tu trasero, tus pechos, tus curvas, eres puro deseo, te lo juro ⎯ y después de confesar esto le doy una pequeña nalgada que la hace reír. No sé qué me provoca hablarle así, pero siento que, en este momento, no puedo hacerlo de otra manera. Ella comienza a moverse sus caderas encima de mí, y puedo sentir cómo mi excitación va subiendo con cada movimiento. Valle me besa comiéndome los labios, y puedo sentir esta aura nueva de éxtasis y deseo entre nosotros. Queremos arrancarnos la ropa y comernos por completo. ⎯ ¡Al diablo la piscina!⎯ expreso encima de sus labios, mientras ella va quitando mi playera y la tira sobre el suelo. Después baja su mano a mi bóxer y comienza a acariciar mi hombría con unas ganas que me prenden más. Subo mis manos por su espalda y jalo el cordón del medio para liberar uno de los nudos del bikini, después subo mis manos a su nunca y hago lo mismo con el del cuello, dejando caer la parte de arriba descubriendo completamente desnuda del torso. Aviento al piso el top y luego me divierto un poco besando sus pechos mientras su maravillosa mano hace lo suyo. Entonces, me levanto un poco para bajar un poco más mi bóxer y quitarlo por completo. Mis manos bajan hacia su cintura y las deslizo hasta su trasero para tomarla de ahí y cargarla hacia la cama. Mientras camino hacia allá, ella me va besando, lentamente, sintiendo cada sabor de mis labios, bajando y subiendo en mi cuello, erizando por completo mi piel. Al llegar a la cama y de manera juguetona la aviento un poco hacia el colchón y ella cae riendo. ⎯ Te voy a hacer muchas cosas hoy Valle Sandoval ⎯ le digo emocionado. Ella sonríe y se llevaba el dedo índice de la mano hacia la boca y lo muerde provocándome. A Valle le gusta hacer eso, provocarme, empujarme al máximo, invitarme a que la coma entera. Me arrodillo en la cama y con mis manos, sujeto sus piernas para atraerla, hacía a mí de un jalón que comienza a quitar las cobijas y moverlas poco a poco al piso. Su torso queda debajo de mí, y después de admirar esa bella escena de sus grandes pechos y ella ansiosa de saber qué le haré, comienzo a besar su abdomen provocándola. Ella enseguida sube sus manos hacia mi cuello y comienza a acariciarlo subiendo hacia mi nuca y luego hacia mi cabello. Los gemidos empiezan de nuevo y eso es música para mis oídos. Subo un momento a sus labios y la beso como si tuviera días de no hacerlo, me separo un momento para tomar aire ⎯ ¿Experimentamos con el titán?⎯ le susurro y ella sonríe. Valle me pide que me haga un lado y ella se levanta de la cama para buscarlo en la maleta, después entra el baño unos momentos. Sale y me lo da. ⎯ Úsalo sabiamente ⎯ me comenta para luego besarme. ⎯ Créeme que sí ⎯ le aseguro. Ella vuelve a la cama y yo la pongo en la misma posición en la que estaba antes ⎯ ¿Qué hacía?⎯ le digo pícaro ⎯ ¡Ah sí! El titán ⎯ recuerdo divertido y voy bajando poco a poco besando su cuello, sus pechos, su vientre, hasta llegar a la parte de debajo de su bikini. ⎯ Veamos si es chiquito, pero potente ⎯ le susurro. Tomo el vibrador con mis manos y lo prendo ⎯ Uf, velocidades ⎯ le comento y ella se ríe nerviosa ⎯ ¿Es tu primera vez con esto corazón? ⎯ Ella sonríe dándome la respuesta. ⎯ Entonces esto se pondrá interesante. Entonces, levanto un poco la tela del bikini y con el vibrador encendido lo meto con cuidado debajo de la ropa, justo dejándolo vibrar encima de su intimidad. ⎯ Uf ⎯ dice Valle mientras siente las pequeñas vibraciones en su cuerpo y comienza a aferrarse a las sábanas. Me pongo encima de ella con mis brazos tensos a cada lado de ella e inmediatamente ella sube sus manos para aferrarse ahora de ellos. Comienzo a besarla mientras siento cómo sus caderas comienzan a moverse un poco más rápido. Ella se separa de mis labios y gime tratando de liberar un poco de la tensión que le causa el vibrador. Beso su cuello, después sus pechos y justo en ese momento ella se viene apretando mis brazos fuerte. ⎯ Me encanta ⎯ le susurro al oído mientras ella trata de recuperarse ⎯ creo que me divertiré mucho con este "Titán" que has traído a nosotros. Bajo de nuevo hacia sus caderas y con los dientes desamarro los cordones de la parte baja de su bikini, para así dejar su cuerpo completamente desnudo. Como siempre beso su vientre encima de la mediana cicatriz que quedó como recuerdo de lo que algún día estuvo ahí y bajo para comenzar a besar su ingle y provocarla. Valle, desesperada toma mi cabello y me invita a que vaya directo al lugar donde le da más placer. ⎯ Sin comer ansias, chef, que este platillo se cocina a fuego lento ⎯ le murmuro. Aun así, Valle sigue jalando despacito mi cabello en señal de que lo disfruta más que nada, y sus gemidos comienza a aumentar mientras me voy acercando, lentamente, beso a beso. Tomo de nuevo el vibrador, me subo un momento y lo más rápido que puedo abro el cajón de la mesita de noche y saco el tubito de lubricante que se ha vuelto nuestro fiel cómplice entre los dos. ⎯ Así que esto ya estaba planeado ⎯ me dice entre sonrisas. ⎯ Siempre estoy preparado para todo, fue lo primero que salió de la maleta al llegar ⎯ le confieso y ella se muerde el labio. Tomo un poco del lubricante y lo pongo sobre el vibrador y lo enciendo, con mucho cuidado lo sumerjo entre sus piernas. Valle se estremece y yo me descontrolo por completo al verla así. Después bajo mis labios hacia su intimidad y ella al sentirme lleva sus manos hacia mis hombros y los araña en señal de puro placer. Me alegra usar playeras que cubran mis hombros, si no todos verían la evidentemente excitación de mi esposa en la cama. Continúo jugando con mi lengua mientras siento la vibración cerca de mí. Ella apenas y puede contenerse y al subir las caderas y ver su cuerpo tenso, ella se viene en mi boca, regalándome todo el placer que le hice sentir. Su cuerpo cae fuerte sobre el colchón y ella muerde la almohada para ahogar el gemido. Yo sonrío al verla así porque es nuevo para mí. Tomo con los dedos el vibrador y lo pongo a un lado. ⎯ Espero que no te hagas adicta a este juguetito ⎯ le bromeo y ella se ríe mientras se pone boca arriba para tomar aire. ⎯ Úsalo a tu favor y te juro que no querré usarlo si tú no estás conmigo ⎯ y yo sonrío. Me hinco sobre la cama, ella como sus manos acaricia mi hombría, la tomo de la cadera y la pego a mi cuerpo que ya está más que listo para hacerla gozar. Entro en ella y su cara pasa de una sonrisa coqueta a una de placer que me enciende por completo. Comienzo a moverme dentro de ella lentamente mientras se aferra en la sábana, disfrutando de todo lo que mi "Titán" natural le provoca. Mi mano se desliza por las sábanas para tomar el vibrador y encenderlo de nuevo. Lo tomo entre mis dedos y ahora donde antes estaba mi lengua, pongo el pequeño juguetito de placer. Sus vibraciones hacen maravillas en Valle, ya que ella comienza a coger las sábanas con todo la fuerza que tiene y arquea su cuerpo, regalándome una imagen que yo estoy disfrutando al máximo. Entre mis embestidas y el vibrador acariciándola, Valle ahoga el grito en la almohada; ella sabe que eso me encanta y por eso lo hace una y otra vez. Valle arquea su cuerpo, y su piel se eriza. Ese tipo de imágenes son las que se quedan grabadas en mi mente y que solamente yo tengo la exclusiva de verlas. ⎯ Date la vuelta corazón ⎯ le digo excitado ⎯ muéstrame ese trasero que tanto me gusta. Ella se da la vuelta y pone sus manos sobre la cama, elevando su trasero. Lo muerdo, me encanta hacerlo. De las cosas que amo de estar casado con Valle es que puedo experimentar y cumplir mis fantasías sin algo que lo arruine al final. Ella se presta para eso, para hacerlas realidad y jugar conmigo en la intimidad. ⎯ ¿Me dejas hacer algo nuevo? ⎯ le pregunto mientras acaricio su trasero con mis manos. ⎯ Solo con cuidado ⎯ me dice leyéndome la mente. Tomo un poco del lubricante y lo pongo en mi dedo pulgar, después empiezo a hacer un masaje lento entre sus glúteos, acariciando y lubricando toda esa parte. El Titán vuelve a mis manos y le pongo un poco más de lubricante, después lo enciendo y con mucho cuidado lo paso por la espalda de Valle, desde sus hombros, bajando por la línea de su espalda hasta llegar a su espalda baja. Con cuidado paso a sus glúteos y por encima juego con él, lentamente, abriéndome paso. ⎯ Solamente relájate corazón, llegaré hasta donde tú desees ⎯ le susurro. Con cuidado meto el vibrador entre sus glúteos y poco a poco, haciendo pequeños círculos, logro entrar a ese lugar tan prohibido, pero que ha despertado mi curiosidad desde que estoy con ella. Ella se estremece y antes de seguir para un poco el movimiento ⎯ ¿Todo bien? ⎯ le pregunto. ⎯ Sí, sigue ⎯ me ordena. Entonces lo hago y mientras siento la vibración en mis dedos mientras ella lo disfruta, entro en ella de nuevo para acompañarla. Mi cadera se mueve a un ritmo constante y mientras el vibrador hace su parte. Valle toma la almohada y la abraza para ponerse más cómoda. Esto es tan nuevo para mí como para ella, y a pesar de que no soy yo quien está en ese sitio tan anhelado, solo el hacerme a la idea que en algún momento puedo ser yo, me prende más. Con una de mis manos me aferro a una de sus caderas y con la otra sostengo el vibrador que ya hizo de las suyas en mi mujer. Valle, aferrada a la almohada, ahogando sus gritos mientras yo me muevo dentro de ella, se convierte en lo más erótico que he sentido en mi vida. Quito el vibrador y la tomo de las caderas para levantarla y pegarla al respaldo de la cama. Su cuerpo pegado al mío, la tensión que envuelve mi hombría y las nuevas sensaciones que se disparan por todo mi cuerpo hace que me venga dentro sin poder evitarlo. Nuestros cuerpos se quedan juntos un poco más, mientras puedo sentir su corazón latiendo fuerte. No nos movemos, supongo que ambos estamos tratando de asimilar lo que acaba de ocurrir. ⎯ ¿Después de esto seguirás leyendo ese foro? ⎯ le murmuro y ella se ríe. ⎯ Definitivamente, lo seguiré haciendo, solamente para sacar más ideas, sí que tienen imaginación esas chicas ⎯ bromea. Salgo lentamente de ella y la tomo entre mis brazos, hincándola y recargando su espalda sobre mi pecho. Valle voltea y le doy un beso tierno asimilando todo lo nuevo que experimentamos. Ella se recarga en mí y los dos caemos sobre la cama, la cual tiene todas las sábanas sobre el piso. ⎯ ¿Ahora sí?, ¿A la piscina? ⎯ me dice coqueta. ⎯ Sí, corazón, pero ese bikini se queda en esta habitación ⎯ le bromeo ⎯ no quiero que me provoque otras cosas en las aguas calientes. La beso de nuevo. Valle definitivamente es mi compañera ideal, y hoy no solamente se dejó llevar por el momento, sino que me demostró el grado de confianza y conexión que tenemos juntos. ⎯ Venga corazón, arreglémonos y vayamos a la piscina que con este calor se antoja, aunque afuera esté helado ⎯ aclara, para después besarme sobre los labios.
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