CAPÍTULO 38: Estar presente

1284 Palabras
(Más tarde ese día) [Diego] ⎯¿Lista? ⎯ le digo a Valle mientras ambos terminamos nuestros dibujos. Por sugerencia de Milagros, hemos empezado a interactuar de otra forma para que ella se sienta más acompañada. ⎯ No, pero ahí va ⎯ dice ella sonríete mientras está sentada sobre la cama y Beni y Panza duermen al lado suyo. ⎯ Una, dos, tres ⎯ digo alegre y ambos volteamos la hoja que tenemos en las manos y luego comenzamos a reír con tontos.⎯ ¿Eso que es? ⎯ le pregunto entre risas. ⎯ Pues es Beni ⎯ me dice Valle ⎯ entre risas mientras me muestra por la cámara del ordenador el dibujo de un gato precioso. ⎯ Ese no es mi Beni ⎯ digo ofendido ⎯, es más lindo. ⎯ El que dibujaste tú tampoco es Beni ⎯ me reclama divertida ⎯, hasta le pusiste "Meow" para que se entendiera que es un gato Diego ⎯ comenta, y vuelve a reír. ⎯ Bueno, bueno, pero se parece más, por sus pequeños bigotes ⎯ justifico entre risas ⎯, el Meow, solo es para complementar. ⎯ Somos pésimos dibujando ⎯ me dice mientras trata de calmarse, ¡qué bueno que no nos dedicamos a esto!, ¿ahora que dibujamos? ⎯ pregunta. ⎯ Que te parece, ¿un caballo? ⎯ sugiero, mientras me encanta verla feliz. ⎯ ¡Va! ⎯ y voltea la hoja de papel y yo hago lo mismo. Nos quedamos un momento viendo a la hoja cuando ella empieza a hablar.⎯ Hoy vi a Salvatierra ⎯ empieza la conversación. ⎯ Aja...⎯ respondo, aun viendo la hoja. ⎯ Resulta ser que conquisté a sus socios y me quiere proponer que ayude a su hermano Óscar a reinaugurar su restaurante para principios de octubre. Según soy la «razón» por la que están proponiendo eso. ⎯ Y ¿Qué les contestaste corazón? ⎯ pregunto, curioso. ⎯ Pues aún no me dice nada, solamente le puse claras mis condiciones y básicamente se resumen en darte prioridad a ti, y si se abre una Casa Sandoval aquí en Mendoza tendría que ser para el próximo año. ⎯ Les dijiste que sí, ¿verdad? ⎯ respondo y veo la pantalla del celular. Ella siente mi mirada y voltea de inmediato. ⎯ Si Salvatierra acepta mis condiciones, lo voy a pensar todavía. ⎯ Corazón ⎯ digo en tono lastimoso. ⎯ Amor, quiero estar contigo más tiempo, si me meto a lo de Casa Sandoval, eso me llevará el resto del año y un poco más del otro ¿y nosotros? ⎯ me dice ⎯, desde que estamos aquí en Mendoza, esto es nuestro nosotros ⎯ y señala con el dedo la pantalla del ordenador. ⎯ Según tu agenda para mediados de noviembre estarás libre, ¿no?, entonces quiero estar igual de libre cuando ese momento llegue y podamos disfrutar de nuestro matrimonio. ⎯ Tienes razón ⎯ admito. Valle vuelve a ver el papel y observo como mueve la mano dibujando ⎯ Si acepto lo del restaurante de Óscar, me tomará exactamente las semanas que estás ausente y dos más de octubre, no más, no menos. ⎯ ¿Quieres aceptarlo? ⎯ le pregunto y ella únicamente me ve a los ojos. ⎯ Tú sabes lo que es eso, ¿no? ⎯ me contesta ⎯, tendríamos que coordinarnos de tal manera para poder hablarnos todos los días Topi. ⎯ Hazlo Valle, aprovecha que ahora puedes, porque cuando cambie la agenda, pasarás todo el tiempo del mundo conmigo ⎯ contesto. ⎯ Pasaré más horas de Salvatierra que contigo ⎯ me previene. ⎯ Confío en ti ⎯ contesto, aunque en ese momento se forma un nudo en mi estómago, porque no confío mucho en él. Valle lo sabe, así que continúa diciéndome.⎯ Sé que podrás estar en la inauguración del restaurante, literal, saqué tu agenda y señalé el día que tienes libre. ⎯ Estaré ahí, no importa lo que pase ⎯ le afirmo. Los dos volvemos a la hoja y seguimos dibujando. ⎯ ¿Estás lista? ⎯ le pregunto. ⎯ Lista, uno, dos, tres. Ambos volteamos el dibujo y volvemos a reír ⎯ ¿Eso que es Topi? ⎯ me pregunta divertida ⎯, ¿un perro? ⎯ Es un caballo. ⎯ Parece un perro raro ⎯ y se ríe. ⎯ El tuyo es… precioso ⎯ respondo riéndome. ⎯ Al menos se nota que es un caballo. ⎯ O una jirafa ⎯ y volvemos a reinos. ⎯ Corazón, nunca dejes de cocinar por favor. ⎯ Y tú nunca dejes la industria de los vinos porque dibujando nos morimos de hambre ⎯ y deja la hoja al lado y me sonríe. ⎯ Gracias por las flores, Diego, me encantaron. ⎯ No tienes que agradecerme nunca nada, yo quiero que tú sepas, que siempre estoy pensando en ti. Siempre estás en mi mente, no importa lo lejos que esté. Valle le da un beso a la pantalla y pareciera que lo he sentido en mis labios. ⎯ Solo faltan algunos días para que nos volvamos a ver, ya te quiero abrazar. ⎯ Cuento cada día, aunque hay paisajes por aquí que muero porque veas conmigo. Cuando tenga vacaciones nos iremos de viaje y lo disfrutaremos al máximo tú y yo. ⎯ No puedo esperar por eso ⎯ me contesta ⎯, ¿qué hora es allá? ⎯ Es muy tarde. ⎯ Ufff, es mejor que te vayas a dormir. ⎯ No, no, no, ya me he desvelado por tonterías que no me desvele por estar con mi esposa. ⎯ Bueno ⎯ acepta. Nos quedamos un momento en silencio hasta que después de un suspiro hablo. Y no sé si me arrepentiré de lo que le voy a decir. ⎯ Corazón, quiero decirte que decidas lo que decidas, voy a apoyarte y si tu decisión es acepar lo de Óscar Salvatierra, hazlo, yo te apoyaré desde la distancia y te ayudaré en lo que pueda. Solamente, no olvides nuestras citas porque creo que me moriría sin ellas. ⎯ El dramático no vino, pero te envío a ti ⎯ bromea y sonrió al acordarme que siempre me dice lo mismo.⎯ Nunca, nunca, nunca olvidaría una cita contigo, pero ¿en serio quieres que lo acepte? ⎯ Es en serio. Eres la mujer con un gran potencial y talento y no quiero que la gente piense que yo te limito o te prohíbo hacer las cosas, ¿OK? ⎯ Lo sé ⎯ contesta. ⎯ Por cierto, tengo una nueva asistente, se llama Milagros. ⎯ Ufff ⎯ me dice bromeando. ⎯ Es linda y toma su distancia bastante bien, te caerá bien cuando la conozcas. ⎯ Sé que si ⎯ me contesta. La hora de la despedida va llegando y de pronto las horas que he pasado con ella hablando se me hicieron muy cortas y no quiero que se terminen. ⎯ Valle, te amo, y te extraño a morir, extraño tu calor al lado de mí en la cama. ⎯ Y yo que me pegues a tu pecho mientras duermo. ⎯ Te prometo, que esto acabará pronto ⎯ le digo melancólico. ⎯ Te prometo que habrá un momento que querrás que me aleje de lo pegado que estaré a tu lado. ⎯ Claro que no, nunca es suficiente tiempo a tu lado, Diego, ahora ve a dormir porque no quiero un marido cansado y mañana debes cerrar tratos, no te conviene estar cansado. ⎯ ¿Mañana?, ¿otra vez?, ¿misma hora? ⎯ le digo en tono sexi y ella sonríe. ⎯ Claro que sí. Tenemos una cita Señor D'Angelo ⎯ y me manda un beso. ⎯ Te mando mensaje cuando despiertes mi amor. Te amo. ⎯ Te amo Topi ⎯ y con esa última frase me despido de mi esposa.
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