[DIEGO]
Salgo del baño después de darme una larga ducha y relajar todo mi cuerpo. En verdad estos días en México han sido bastante largos y ocupados y no me han dejado tomar un respiro. Aún debo viajar a tres países más antes de regresar a Argentina y, aunque me gusta mi trabajo, especialmente hoy se me ha hecho muy pesado.
Así, me pongo una playera blanca y un pantalón para dormir, y voy directo a la computadora portátil para conectarme y hablar con Valle. Estoy ansioso por hablar con ella, saber cómo le fue y ver su hermosa sonrisa. Vuelvo a hacer la cuenta de las horas, y me percato que sea la hora indicada.
Abro la aplicación, y mientras espero que me llame, me voy al baño corriendo para peinarme y verme más decente, cuando escucho una llamada entrante y salgo corriendo para contestarla. Sonrío al ver a Beni olfateando la cámara.
⎯ ¡Hola Beni! ⎯ Saludo, bastante feliz. El gato reacciona al escuchar mi voz ⎯, ¿me extrañas?, porque yo sí. ¿Dónde está panza? ⎯ pregunto, y él me maúlla.
Veo cómo Valle sale de nuestra habitación con Panza entre sus brazos, después lo pone sobre el suelo y camina hacia la cámara. ⎯ Hola Topi – me saluda y solamente al ver su sonrisa me siento vivo de nuevo.
⎯ ¿Sigue entrando a la habitación? ⎯ le pregunto.
⎯ Sí, tengo el presentimiento que panza sabe girar los picaportes de las puertas, siempre que regreso lo veo recostado sobre la cama y juro que yo lo dejo afuera.
Me río, extraño en verdad estar ahí con ella, viviendo esos pequeños detalles que en San Diego nos hacían morir a carcajadas, como cuando Beni se atoró en esa pequeña caja y le tomamos como 20 000 fotos para reinos después.
⎯ ¿Cómo te fue hoy corazón mío? ⎯ le pregunto y ella hace una cara de pocos amigos ⎯ ¿tan mal eh?
⎯ Salvatierra interrumpió mi vista al museo para llevarme a una comida con sus socios. La comida fue bastante productiva, los socios básicamente me aman y quieren que sea chef de todos sus restaurantes, pero todo tiene que ver con Salvatierra, quién sabe todo lo que les haya inventado. Además, ahora resulta que quiere enseñarme a bailar tango y lo intenté hoy, no creo que sea mi clase de baile ⎯ confiesa.
Al escuchar eso siento un hueco en el estómago, el tango es un baile muy pasional, ¿será posible que Salvatierra haya besado a Valle? Mis celos comienzan a aparecer mientras ella me explica lo que pasó, sin embargo, no escucho nada, tengo que concentrarme en no explotar sin razón.
⎯ Ese hombre necesita que lo metan en cintura ⎯ alcanzo a decir ⎯, si sigue así tendré que hacerlo yo ⎯ finaliza.
⎯ Corazón, ¿te puedo preguntar algo? ⎯ le digo.
⎯ Claro.
⎯ ¿Sientes algo por Salvatierra?, ¿algo por lo que me deba preocupar? ⎯ hablo honesto.
Sé que en este momento mi inseguridad está al máximo, pero necesito saber, y conociendo a Valle como es, la mentira no es forma parte de su vida diaria, así que si tiene que decirme algo, simplemente lo hará. Beni se acerca y ella lo toma entre sus brazos, el silencio que hay entre los dos me estresa más.
⎯ No voy a mentirte, y te lo he dicho mil veces, Salvatierra es guapo y sabe lo que hace, y si siento algo, pero no de la forma que tú crees, Diego.
⎯ ¿Entonces?, ¿de qué forma? ⎯ pregunto, algo titubeante.
⎯ Cuando estoy con Salvatierra, la Valle de San Diego regresa, y esa sensación es increíble. Me siento libre, me siento útil y que vuelvo a tomar el mando de mi vida por un momento, ¿me entiendes? Soy la Chef, la que lleva el mando, todos me respetan, me hablan de frente, me ven a los ojos y en pocas palabras me siento libre. No soy la esposa de Diego D'Angelo, donde debo cuidar mis pasos, donde todos me hablan escondidos en r************* . No es que me arrepienta de ser tu esposa, sino que, extraño a la Valle de antes.
⎯ ¿Quieres decir que conmigo no te sientes libres? ⎯ pregunto pensativo.
⎯ Contigo, soy libre y soy yo ⎯ me responde ⎯, de eso no hay duda. Hablo de cuando no estás.
⎯ ¿Explícame corazón?
⎯ Soy libre, pero no soy yo, Topi, la libertad no solamente es poder ir a dónde quiera sin que tú me digas algo, la libertad también consiste en poder ser yo a todas horas sin que haya consecuencias de por medio. No puedo hacer, decir, ni expresar todo lo que siento más que cuando estoy contigo a solas. Pero afuera, debo ser la persona más cuidadosa del mundo, con decirte que me veo frente al espejo antes de salir para que todo sea perfecto, para no dar algo de qué hablar y causar algún tipo de problemas. A veces siento que soy una molestia y que todos están esperando a que lo arruine para ir a decirte «Te lo dijimos, ella no es la indicada para ti, solamente te pone en vergüenza».
Guardo silencio y solamente la observo. Valle tiene los sentimientos correctos con el hombre equivocado y eso me puede más. Yo debería hacerla sentir así, sin embargo, se siente atrapada en una jaula donde ella piensa que debe ser perfecta.
⎯ Corazón, no sabía que te sentías así, de atrapada.
⎯ No es eso, cuando estoy contigo me siento bien, me siento amada, segura, sexi en pocas palabras soy la Valle que tú conociste, de la que te enamoraste. Pero cuando te vas, mi vida es un caos. No sé qué hacer, ni qué decir, si puedo salir o no… es raro, es como si tuviera que pedirte permiso para hacer cosas. No sé mi papel aún en este mundo y si en algún punto este será diferente a quien soy o podré seguir siendo yo. Ese baile con Salvatierra me recordó a cuando lo hacíamos tú y yo y me hizo añorar los tiempos cuando solo eras mi esposo Diego, pero entiendo que este es tu trabajo y que amas lo que haces, nunca te pediría que lo dejaras por mí.
En este momento tengo unas ganas infinitas de atravesar la pantalla del ordenador y abrazarla fuerte, ahora entiendo cuando ella dice que nuestra relación se ha reducido a videollamadas por el momento y su afán por no querer decir nada cuando estamos fuera. Valle se siente observada, juzgada y yo lo he permitido. Yo le puedo dar todo el amor que ella se merece, pero si no la hago sentir cómo Salvatierra lo hace, ahí la puedo perder. Ella es inteligente, y sabe lo que hace, y necesito dejar de dudar de ella todo el tiempo. Porque yo temo a perderla, al igual, que ella teme perderme a mí.
⎯ Corazón, te confieso que me tortura todos los días pensar que en cualquier momento me dirás que te vas a ir con Salvatierra y ese baile que tuviste con él me ha puesto en verdad celoso ⎯ confieso.
⎯ Solamente fue un baile, Diego, aunque después me sentí terriblemente culpable porque fue con él y no contigo, y porque estoy segura de que había personas que nos vieron. Ahí te digo que es cuando no puedo hacer muchas cosas sin pensar que mañana saldrá en las noticias o me acribillarán en r************* . No me gusta Salvatierra, Diego, no voy a caer en sus juegos, solamente que no soy dueña de sus sentimientos, él puede sentir lo que quiera por mí, no obstante, eso no quiere decir que yo sienta lo mismo.
⎯ No quiero que vayas por la vida sintiéndote terriblemente culpable por lo que hagas, además, ahora que recuerdo, a mí Sam me besó en el hotel en San Diego y me creíste todas las explicaciones que te di, no tengo por qué no creerte ⎯ menciono y le sonrío.
⎯ Créeme, si Salvatierra sigue de esta manera tendré que ponerle un alto, pero antes de hacerlo debo conocerle un poco más.
⎯ Algo así como ¿conocer el enemigo?⎯ y me río.
⎯ Más bien conocerlo a él, quiero saber si será un aliado o será una Sam más en el mundo de la amistad ⎯ y nos volvemos a reír juntos. ⎯ Necesito saber si será un buen socio, si me conviene llevar esto que iniciamos a otro nivel, así como lo que tengo con Pedro, que es tan leal que puedo dejarlo solo en Estados Unidos sabiendo que todo estará bien. Quiero ver si hay algo más que ligue y seducción en Salvatierra, si es el magnate de los restaurantes debe ser por algo, ¿me entiendes?
⎯ Te entiendo.
⎯ Salvatierra... Solamente son negocios ⎯ me dice sincera ⎯, nada más. Para romance y todo lo que conlleva te tengo a ti, y si debo esperar tres semanas para besar a alguien o llevarlo a la cama, será a ti y te esperaré.
⎯ Eso me alivia, porque solamente de pensar que alguien más puede verte con ese sostén de la mañana, me dan ganas de molerlo a golpes ⎯ trato de alivianar la situación.
⎯ Por cierto, hablando de eso ⎯ me dice con un tono de voz diferente ⎯ tengo un nuevo lunar que acaba de salirme en el cuerpo.
Y cuando usa ese tono sé que Valle quiere olvidar todo y solo estar conmigo. Yo me río bajito.
⎯ ¿Un lunar? Eso debe revisarse ⎯ le sigo el juego.
⎯ El problema es que no es en un lugar que quede a simple vista, así que.
Entonces Valle se separa del ordenador y se pone casi en medio de la sala, lentamente comienza a bajarse la falda y revela una hermosa braga de color morado con encaje en la parte de adelante ⎯ ¿Te gusta?⎯ me dice y yo únicamente puedo continuar viéndola.
⎯ ¿Cómo le haces para siempre tener lencería que no conozco? Te juro que veo tus cajones todos los días y siempre hay una nueva.
⎯ No te preguntes, tú solamente disfruta ⎯ y después de decir eso se quita la blusa y me deja ver el completo del conjunto ⎯, ¿qué dices?, me ayudas ⎯ pregunta, para luego tomar la computadora y llevarla a la habitación.
Y así, mientras ella camina hacia nuestro sitio favorito de la casa, no puedo dejar de pensar en lo que me dijo. Lo menos que quiero es que Valle deje de ser ella, esa mujer tan inteligente y sexi de la que me enamoré.