Ella me dejó hablar en todo momento. Sabía que tenía su corazón completamente destrozado de saber cuántas veces había sido capaz de engañarla, pero quise contarle todo tal cual sucedió para que fuera capaz de imaginarse una línea del tiempo para comprobar también que muchas veces, realmente había intentado amarla y que aquella atracción que estuvo presente entre nosotros desde la primera vez que nos vimos en la fiesta de su empresa en El Jardín de Arzabal del Museu Reina Sofía, había sido capaz de movilizarme tanto que por fin sentía que la amaba. ¡La espera y el sufrimiento habían terminado! Quizás todavía faltaba más amor de mi parte para lograr tanto como ella se merecía, pero era algo que no había podido lograr ninguna otra mujer antes y mucho menos en tan poco tiempo. Franco - ¡De v