Siento sus labios besando mi espalda y es imposible seguir durmiendo. –Mmm... buenos días. — Digo aún algo dormida y él ríe bajito. —Pues serán buenas tardes, porque ya son las doce y media del mediodía. — Me comenta y debo voltearme de costado para verlo al rostro. —¡¿Qué?!— Exclamo y Gael ríe. —Como lo oyes guapa, nos hemos quedado dormidos, pero con la noche de anoche no podía ser para menos. — Explica. No entiendo cómo puede estar tan calmado... —Se supone que iríamos a almorzar con tu familia. — Explico mientras me siento en la cama y me cubro con la sábana. Él se sienta también y sigue riéndose — Ya he llamado a mi madre y le he dicho que mejor iríamos a cenar...— Dice haciéndose el inocente y muero de vergüenza. —Es que, ¡ay no! Me imagino a tu madre imaginándose todo lo qu