Introdujo las últimas hojas que la profesora le estaba entregando en el sobre amarillo, y entonces, agradeciéndole por su cooperación, se dispuso a salir de la oficina, pero lo detuvo el profesor responsable de su clase con un rostro de enfado por la falta que había cometido durante el día.
— ¿Te crees mejor que yo, Lerman? — le dijo.
— No profe, usted es el que manda — se burló.
— ¿Y ahora qué hizo? — se agregó a la conversación la profesora.
— Mientras todos los de la clase B estaban ayudando para el evento de la graduación, encontré a Lerman durmiendo en una esquina y le dije que para eso se fuera al pasillo a dormir, ¿y sabe qué hizo? ¡Se durmió en el pasillo! — estaba indignado, pero entre adultos no pudieron evitar reírse por las acostumbradas acciones desobedientes de Vincent. —
