Después de que David Canarias y Robert buscaran a Sabina a lo largo de la calle, en su desesperación decidieron subirse a uno de los tantos moto taxis que hay en el lugar para así recorrerlo más rápido y poder observar si la chiquitina andaba caminando más allá de donde le era permitido.
Ambos veían a ambos lados de la calle mientras el moto taxi iba lo más lento que podía por sí tenía que bajarse de inmediato al ver a la niña.
—Soy un tonto ¿Sabes? — Inició la conversación Robert mientras veía las calles.— María Julia me encargó a Sabina, me advirtió que era traviesa y yo aún así la dejé, ahora mira que problema.
—No hombre, no te sientas así, son niños, siempre hay un riesgo al viajar con niños. La chiquitina es inteligente estoy seguro que está más cerca de lo que nosotros pensamo
