Despierto en medio de un ambiente extraño, veo humo y me parece escuchar un extraño crugir de madera. Intento levantarme, pero mi mano duele al apoyar mi peso. Doy un grito ahogado cuando me doy cuenta de que realmente la casa esta llena de humo qué me hace toser en exceso. Miró a mi alrededor, ya no veo a nadie, así que me levanto apoyándome con la otra mano mientras encojo la otra. —¡Mamá!—grito, pero de nuevo el humo hace de las suyas—¡Angeline! Camino, buscando su paradero y es entonces que veo su cuerpo, aun desnudo, tirado en la alfombra. No se mueve, así que tomo una cortina qué yace en el suelo, la jalo y cubro a mi hermana con ella. —Angeline—mi voz se hace pequeña al hablar y un par de lágrimas escurren por mis mejillas porque no pude ayudar a mi hermana. No responde así q

