Estoy tan furiosa con el comportamiento de Alex, sé que ella está embarazada pero no es para que se haga el ciego y oídos sordos ante lo que tiene en la punta de la nariz. Me despojo de mi ropa mientras entro a la ducha, suelto mi cabello y me dejo mojar debajo de la regadera. Aún no consigo hablar con Alessandro, cosa que me preocupa muchísimo aparte de todo lo que está pasando en ésta casa. Giro mi mirada hacia la puerta al escuchar un ruido allí, y veo a Alex entrar. —¿Vamos a seguir así? —No, estoy de paseo por ahora, ya te dije que me voy, veo que tomaste tu decisión así que ni modos —dejo de mirarlo y sigo bañándome. —Solicité la prueba de paternidad. —Bien —murmuro sin darle importancia. —Lisbeth —gruñe, pero ésta vez cerca, muy cerca. —. ¿Por qué me haces esto? Sus ded