Me quedo viendo las letras, mientras un nudo va abriéndose paso en mi garganta. Mi colega, quién obviamente estaba al tanto de los resultados, me felicita con un abrazo y se devuelve a su sitio de trabajo, sonriendo satisfecha. Apenas puedo sentir la presencia de Peter detrás de mí, es como si literalmente el tiempo se hubiera detenido a mi alrededor. —Positivo —musito con voz trémula, mis ojos se llenan de lágrimas a una velocidad alarmante y de pronto siento una calidez burbujear en mi pecho—, es positivo. —Felicidades, cuñada —voy a alzar el rostro para sonreírle y agradecerle sus palabras, cuando Peter me deja fría en mi sitio al estrecharme en un cálido abrazo que para nada me esperaba—. Seré tío, ¡vaya! —G-gracias —tartamudeo, ya que la lengua parece haberse quedado pegada a m

