Olivia se quedó en silencio por unos segundos, ¿A que se refería exactamente con volver a Noruega?. —Ya veo, tus asuntos como rey no pueden esperar, estaré aquí cuando vuelvas— dijo ella de lo más tranquila. —No voy a volver, no aquí al menos. La pobre Olivia tragó saliva, ellos aún no tenían la boda religiosa. —¿No volverás?. —No. —¿Y que hay de mi?—Preguntó ella entrando en pánico. —Tienes dos opciones, la primera, vienes conmigo, y la segunda, te quedas aquí. —Este es mi hogar, crecí aquí y… —Sera la segunda entonces— dijo Harald sin intenciones de dejarla, solo quería ver hasta donde llegaba aquella conversación. —¿Así de fácil te deshaces de mi?, ¿Acaso eres un caballero sin palabra y honor?. Harald sonrió. —No voy a obligarte a dejar tu hogar— dijo él con sarcasmo, pensando