Tan pronto como vieron la nueva apariencia de Sofia, los ojos de todos se abrieron de par en par. Anteriormente, Sofia llevaba una blusa suelta. Nadie sabía que tenía el cuerpo perfecto de una supermodelo. Ahora, con una camisa ajustada y casi desabrochada, no eran solo sus curvas las que eran visibles. Su sensualidad casi cegaba a todos, incluso la gerente femenina estaba asombrada. Los guardias no pudieron controlar su mirada y Connor Thompson tragó saliva involuntariamente. No solo por la perfecta imagen que tenía al frente, si no tambien porque tuvo una sensación extraña en el estomago una vez que se dio cuenta de la mirada de todos puesta sobre su abogada. –¿Crees que puedo juzgar el prototipo contigo cubriéndote así? ¡Baja las manos! – Sofia estaba harta de la forma en que Connor