Todo ■■■■■■■■■■ La veía gozar como nunca antes, se sujetaba de las sábanas y no se limitaba a la hora de gemir, no podía ser tan bueno ¿O si?. Levanté sus piernas sobre mis hombros y las abracé con fuerza. —Si mi amor, así, no pares… Entraba y salía de ella, la humedad y la sensación que sentía, era agradable, empezaba a sentir la presión en mi miembr*o. La penetr*e con más fuerza hasta que ella gritó y enterró sus uñas en mis brazos. Su cuerpo tembló, en mi mente rondaban los pensamientos oscuros, como infecciones que me empezaban a carcome. La veía a ella en los brazos de otro, otro la poseyó como yo lo hacía ahora, la solté y me puse de pie. Ella respiraba con fuerza pero aún así preguntó. —¿Te viniste?. —Si. —¿Estas seguro, es que… Miré la colcha, estaba llena de sus fluid