Otra mujer.
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—Me gusta…ría, me gustaría empezar desde ya, claro, si no tiene ningún inconveniente— dijo ella, miró el piso ocultando el rubor en sus mejillas, me ponía orgulloso saber que aún podía avergonzar a una joven como ella.
La miré detenidamente, y asentí. —Si, claro, yo tengo que volver a la oficina, pero tu puedes quedarte.
—Bien, haré mi mejor esfuerzo.
Era una chica energética, se podía ver, me agradaba, sentí que podía confiar en ella, le di el juego de llaves y le mostré donde podía tomar todo lo que iba a necesitar, aunque ella traía algunos líquidos para limpiar.
Salí de la casa y volví al trabajo, estuve ocupado el resto de la tarde, estaba por terminar cuando recibí un mensaje.
《Señor Thorbet, ya he terminado de limpiar su casa, le mandaré las fotos de l
