Capítulo Veinticuatro

1472 Palabras

La vida siempre trabaja de maneras misteriosas. Claro que nosotros como dueños de ella añadimos ese toque divertido, peligroso y a veces...el toque tierno que tal vez le hacía falta. Alexander observa desde la puerta del vagón, la imágen mas tierna y que creía imposible de presenciar. Ginebra y Adán duermen abrazados y no solo por error. La cabeza de Gin descansa sobre el brazo de Adán. Es más que obvio que ambos estuvieron de acuerdo con ello. Alexander saca su teléfono y toma la que posiblemente sea la primera foto oficial de esta pareja tan peculiar. Alexander es, el único que ha visto de cerca el amor que Adán le tiene a Ginebra, fue su compañero de obsesión a tal grado que lo mismo que conoce Adán sobre ella lo conoce él. Mientras él amor de Adán crecía por Gin, el sentimiento

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