Uno siempre debe hacerse cargo de las consecuencias que le traen sus actos. Christine Harrison sabía que esa frase era cierta, pero nunca imaginó que sus inocentes actos, los cuales constaban en rescatar a las personas de las llamas, la llevarían a los problemas que estaba enfrentando. Sin embargo, no era su vocación como bombero voluntario lo que había expuesto su vida, sino su compañero. Matías Prado nunca esperó que luego de un arresto, la ciudad se convertiría en un infierno. Aunque los culpables estaban tras las rejas, no contaba que la familia de estos, actuará desde las sombras, usando sus influencias, para conseguir su libertad. Estaba decidido a no ceder y a que los responsables recibieran su sentencia, pero no estaba dispuesto a exponer a su compañera. Ni él, ni Chris

