Abro los ojos lentamente sintiéndome calientica, bajo la mirada hasta el brazo que descansa en mi cintura. Me doy la vuelta lentamente hasta quedar frente a mi esposo que se encuentra plácidamente dormido. Acaricio su rostro con delicadeza mientras pienso en el apoyo incondicional que me él está brindando con el tema de mis padres. Después de los satisfactorios veinte minutos de sexo, fui a mi oficina donde le pedí a Megan que llamara a mis padres y los citara para hoy a primera hora. Pase el resto de la tarde trabajando para no pensar en el tema de Ross y en que lo más seguro es que me encuentre embarazada. - Buenos días esposa mía – dice él abriendo sus maravillosos ojos para observarme con ellos llenos de amor. - ¿Dormiste? – pregunto bajando mi mano por su