Observo la lluvia caer mientras recorremos las calles de Berlín rumbo a la clínica donde se encuentra mi esposo. Hace poco que aterrizamos y le pedí a Tiago que me llevara directo con mi esposo, necesito saber que está pasando, en ese momento siento auténtico miedo y el solo hecho de pensar en lo que me espera en la clínica me aterra. Mi vida junto a Baltazar hasta ahora comienza, vamos hacer padres y él no puede dejarme sola, justo ahora que acepte que lo amo profundamente y que nada de lo que hizo para estar a mi lado importa. - Hemos llegado señora – me informa Tiago sacándome de mis pensamientos. Me vuelvo a ver la entrada de la clínica y siento que mi pulso se acelera, no sé qué vaya a encontrar allí dentro y no sé si estoy preparada para afrontarlo. Tiago viene hasta