Capítulo 43 Ayliz Estoy acostada con mi niña, en la placidez de la mañana, mientras veo mi celular. De repente veo que me llega un mensaje a mi Messenger, las palabras, al leerlas, me dejan helada: “Vas a pagar por lo que le hiciste a Samuel”. Mis manos, que hace un segundo sostenían el teléfono con ligereza, ahora tiemblan. Mi respiración se acelera con violencia, un pulso errático que golpea mi pecho. —¿Quién me habrá mandado este mensaje? —susurro con voz temblorosa. Siento un miedo que me hiela la sangre. Quisiera correr y decírselo a Alex ahora mismo, pero no puedo. Él ya tiene el problema de Omar, no puedo ir y darle otro. Respiro con dificultad, mi boca se siente seca, áspera. Bajo mi mirada a Lucianita, la veo entretenida, absorta en su mundo de música infantil. Su risa cri