Los siguientes días fueron lo más parecido a un caos. Con Jagger volvimos al trabajo y la noticia de que ahora ambos estábamos juntos, produjo en algunos una sensación de confirmación, ya que siempre sospecharon que acabaríamos juntos, como era el caso de Mackenzie. El viejo doctor, alego que nunca dudo que éramos tal para cual y que solo esperaba que nos diéramos cuenta. Pero por otro lado, también provocó molestia entre todas aquellas chicas que esperaban tener alguna posibilidad con él. De ellas no podía ignorar las reiteradas palabras susurradas al pasar a su lado, o las miradas de muerte que recibía. Aunque esas cosas solo duraban unos momentos, ya que luego me desconectaba y continuaba con mi trabajo, había otras de las que no podía escapar. Las llamadas, las cuales ahora no para