Regina, Leo y Cristián continuaron en silencio durante varios minutos. Ninguno estaba preparado para escuchar la voz de Clara perdida entre cientos de horas de grabaciones y decidir lo que harían a continuación no era tan simple. – Entonces – dijo Cristián, rompiendo el silencio – tú fuiste al hospital esa tarde y una persona te detuvo, y te hipnotizó para que olvidaras a Clara – enumeró, con un poco de escepticismo. Regina asintió – era un hombre, traía un saco, debió ser alto, y según mi psicóloga la hipnosis fue realizada por un experto. No solo borró a Clara, hizo que yo olvidara en cuanto alguien decía su nombre. Era molesto pensar que esa persona no solo jugó con su mente, sino que dejó instrucciones específicas para que no pudiera recuperarse. – Así que, estamos asumiendo que qu

