Eres mi orgullo

1257 Palabras
Capítulo 17 Stephanie —Mi plan salió a la perfección, a estas horas ya deben de haber trasladado a Antoni a prisión —Bebí de mi copa con una gran sonrisa. —Sí, ya son las diez pasadas, a esta hora te dijo el oficial que lo iban a trasladar — dijo Kendra. Esbocé una malévola sonrisa. Estaba disfrutando del vino, cuando recibí una llamada del oficial Brown, respondí de inmediato. —Señorita le llamo para decirle que nuestro plan falló, por culpa de la abogada Montenegro, descubrieron que el fiscal Jones es un corrupto, debo irme antes de que me agarren —Maldita sea, mis planes no pudieron haberse ido al demonio. Tomé el jarrón de cristal y lo aventé contra la pared con todas mis fuerzas. —¿Qué pasó? —Preguntó Kendra asustada. —El desgraciado de Antoni saldrá libre —Le dije mirándola con furia. Antoni Estaba sentado en el piso frío cuando vi que un guardia estaba abriendo la celda. —Está libre —Me puse de pie como pude y pase por su lado. La miré parada sonriéndome, corrió y la recibí con un gran abrazo. —Te dije que no te dejaría solo, que iba a sacarte —Besé su cabeza. —Nunca dejé de pensarte. Vi a Demian. —Pagué la fianza, estarás en libertad condicional —Le agradecí. —Debes firmar —dijo Isabella. Le sonreí. Firme y salí con ellos. —El guardia Taylor fue llevado a prisión por lo que te hizo, no era la primera vez que hacía algo así, descubrimos que hace meses asesinó a un hombre a golpes, el oficial Brown arregló todo para que pareciera asesinato por otro detenido —Me sentía asqueado por lo que me contó Demian. —Ojalá se pudra en la cárcel —Espeté con coraje. Llegamos al carro de Demian, le abrí la puerta a Bella, me sonrió, después de que subiera la cerré y me subí en el asiento del copiloto. Isabella me contó de como fue que descubrió que el fiscal Jones recibió dinero del oficial Brown, pues resultó que la esposa lo traicionó porque descubrió que tenía una amante, la esposa de Jones junto todas las pruebas que ese miserable hacía y se las llevó a Bella a su oficina, ella le ayudará a divorciarse de Jones. —Qué tipo —Dije con repulsión. —Sí, es un asco de persona, al igual que los otros dos, el oficial Brown y el guardia Taylor —Tomé la mano de Bella, nos sonreímos. Llegamos a mi departamento, me urge darme un baño. Saludé a los guardias del edificio, me dieron la bienvenida, agradecí. —Al fin en casa —Solté con alivio. —Em, Antoni —Escuché a Bella nerviosa, miró a Demian, él le dio ánimos para continuar hablando. Me volvió a mirar —. Hay algo que no te hemos dicho —Se calló u momento —, tu papá se encuentra en el hospital, lo intervinieron —La miraba con ojos enormes, sentía que me iban a salir de las cuencas. —¿Qué le pasó? —Pregunté angustiado. —Se puso mal al enterarse de que te iban a trasladar a prisión, le llegó un mensaje a su celular y fue a mi oficina, para preguntarme si era verdad, y al afirmarle se puso mal del corazón, pero gracias a Dios ya está mejor, la operación salió bien —dijo mi amigo. —Debo ir al hospital —Estaba a punto de salir, cuando Bella me detuvo. —Tranquilízate, ve a darte un baño, nosotros estaremos aquí para llevarte —Con sólo hablarme, me transmitió tranquilidad. Asentí. Me di un baño rápido, y me cambié, una vez listo salí de la habitación. —Estoy listo, quiero ver a mi padre —Ambos Asintieron. Salimos del departamento. Nos dirigimos a los elevadores, estaba desesperado por estar con mi familia en el hospital. —Ábrete —Solté desesperado. Entramos al ascensor minutos después de que se abriera. Sentí la mano de Bella en la mía, cruzamos miradas, me esbozó una suave sonrisa, tenerla cerca me transmitió paz. Salimos del elevador y caminamos hacia la salida. Subimos al carro y nos fuimos. En el camino me dijeron el procedimiento que le hicieron a mi papá. Agradecí a Dios que estuviera bien. Hablé con mi madre para decirle que iba en camino al hospital, ella me dijo que estaba feliz de que este libre. Llegamos al hospital y en cuanto mi mamá me vio me abrazó con fuerza, tuve que aguantar un quejido de dolor. —Tranquila mamá, estoy con ustedes —Mi madre sollozaba. —Sé que eres inocente —Besé su cabeza al escucharla. —Hermanito —Abracé a Mar. —Quiero que David vea que estés bien, después de la golpista que ese desgraciado te dio. —Si eso te hace sentir mejor lo haremos mamá —Besé sus manos. Saludé a Eduardo con un leve abrazo. Mi mamá y yo fuimos con David, éste al vernos en su consultorio me saludó. —Que gusto verte libre. —Gracias. —David, quiero que lo veas, cuando estaba en los separos, un guardia lo golpeó —dijo furiosa. —¿Qué? David expresó enojo al saber la manera en la que me golpearon. —Son unos infelices. —Así es, lo bueno que ese miserable ya está pagando —Espetó mi madre. David me pidió que me acostara en la camilla, me comenzó a presionar el abdomen, solté un quejido. —Te mandaré a hacer unas radiografías. Me levanté despacio. —¿Es grave? —Preguntó mamá. —No quiero dar un diagnóstico todavía, mejor hay que hacerle la radiografía —Mi mamá asintió. David dio la orden para que me realizaran la radiografía. Momentos más tarde, me estaban realizando el estudio. —Es todo —Me dijo David. Me reuní con mi mamá. —En dos horas estará el estudio —Nos informó. —Gracias David —Agradeció mi madre. —No es nada tía, sabes lo mucho que los quiero —Mi madre le sonrió. David es el hijo adoptado de mis padres, después de que mis tíos murieron, mis padres se hicieron cargo de él, siempre lo vi como mi hermano mayor, me lleva cuatro años. —Quiero ver a mi padre. —Ven te acompaño. David y yo nos encaminamos a la habitación de papá. —Aquí es —dijo mi hermano. —Gracias —Ambos nos sonreímos. David se fue porque le hablaron. Entré y lo vi acostado, me acerqué, su respiración que tranquila, sonreí al verlo dormir. —Papá —Le hablé despacio. Él abrió los ojos poco a poco, me sonrió al verme. —Hijo —Habló con debilidad. —Shh, tranquilo viejito — Le sobé la cabeza. —Tenemos que demostrar que eres inocente —Negué. —Tú debes recuperarte. —Quiero pedirte perdón por como fui contigo, lo exigente que fui, a veces exagere, perdóname hijo —Nuestros ojos estaban llorosos. —No tengo nada que perdonarte, todo está olvidado —Lo abracé. —Eres mi orgullo —Le deposité un beso en la frente. —Y tú el mío —Nos abrazamos, sin poder evitarlo lágrimas corrieron por nuestras mejillas. Les quiero pedir una disculpa, estos últimos días me enferme de cólicos, me dio dolor de cabeza y no pude continuar con el capítulo, lo había dejado empezado. Les mando muchas bendiciones, y les agradezco el apoyo que le dan a esta historia.
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