—Lo siento —dice finalmente con un tono sincero. —¿Lo sientes? Eso es lo mínimo porque me trataste fatal y siempre terminas humillándome como si no te importara. —Me tiembla el labio y me giro para no llorar, no me llevará a ninguna parte—. Es que... No lo entiendo, ¿sabes? —me calmo, es un paso que no nos hayamos gritado—. Fui de buena para hablar contigo y que lo que me encuentre al llegar sea como te estás toqueteando con tu exnovia después de que me dijeras que no te gusta que te toquen... Sé que me mentiste en eso, no soy estúpida aunque a veces parezca que creas que sí lo soy. —Estaba borracho, y no nos estábamos toqueteando, sólo me hablaba. —¿Entonces cada vez que te emborraches será eso? ¿Te dejarás manosear por cualquiera y me tratarás cómo lo hiciste? —Abre la boca para cont