Ancel la miró con miles de palabras en su mente, no sabía cómo se había enamorado tan rápido de ella, él había sido honesto con cada gesto, acción y pensamiento cuando estaba con ella, la había besado, le había confesado que le gustaba, pero ¿qué había de ella?
—No Jennell, ¿qué es lo que tú crees que somos? —preguntó él en cambio desconcertado y molesto— ¿No he sido lo suficientemente claro contigo? ¿Qué debo hacer para que entiendas que me gustas, que me tienes en tus manos y que haría cualquier cosa por ti?
Esa confesión parecía haber dejado sin palabras a Jennell que lo miraba con los ojos abiertos, después su rostro fue pasando poco a poco una conmovida, se tapó la cara con una de sus manos cuando no pudo ocultar sus ojos acuosos.
—Siento si sólo me veías como amigo y acabo de da
