Rocío No podía creerlo… habíamos reunido el dinero para montarle la boutique a mamá… una boutique más del doble de mayor de lo que algún día imaginó… estaba de novia con el hombre más maravilloso de la tierra y me iba súper bien en la Universidad. Solo faltaba que me dejaran jugar las finales para ser completamente feliz… no le podía pedir nada más a la vida. Después de tantos años de pasar penurias y ver a mi madre enferma romperse el alma por nosotros, podíamos devolverle todo lo que hicieron por nosotros mismos, sin la ayuda de nadie. Estaba muy feliz. Quería contárselo a todo el mundo, llevar a mamá… ver su cara al entrar allí… ¡¡pero no!! Debía esperar a la inauguración. Camilo me llamó y quedó de pasarnos a buscar para ir al entrenamiento. Me había olvidado casi del asun