Capítulo 30

1669 Palabras

Mateo   Laura – ¿Puedes parar ya? Amor… (Mientras esperábamos en la puerta de su casa).   Mateo – Es que estoy intrigado de saber qué pasó anoche… (Sin levantar la vista, hasta que mi suegro apareció).   Suegro – ¿Los llevo?   Laura – Oh... no papá… ¡¡ya vienen por nosotros!!   Mateo – ¡¡Gracias!! Pero tú, amor, si llegas tarde a la Universidad…   Laura – ¡¡Claro que no!! Yo también quiero saber (me susurró y sonreímos cómplices).   Suegro – Vale, decía porque La Ciudad Deportiva me queda de camino… y la Universidad también…   Mateo – Es que entreno a las cinco recién. ¡¡Pero gracias!!   Nos despedimos y él se fue a su empresa. Era un hombre maravilloso, me tenía mucho aprecio y valoraba mi esfuerzo por mejorar día a día y porque veía lo mucho que quiero a su hija.  

Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR