Me siento en un oscuro abismo, las personas a mi alrededor se vuelven borrones difusos ante mi mirada cargada de lágrimas. Cassandra en un paro respiratorio, Cassandra con la vida pendiendo de un hilo. Sollozos… interminables sollozos me llenan la mente, atormentándola y haciéndome sentir perdido… estaría perdido sin Cassandra, de eso me daba cuenta ahora. —¿Qué le dijiste? — un grito quebrado me hace alzar la cabeza y mirar confuso una escena. — ¿Por qué se puso así? Jennifer, mi suegra, está con los ojos enrojecidos y llenos de lágrimas, reclamando a una perturbada Melany, que también tiene los ojos afectados por el llanto. —Yo… yo… ¡No fue mi culpa! — Grita en respuesta, en tono de voz dolido. — Ella… Ella me preguntó cosas y le dije que no, pero ella insistió… Siento mi estómago