Liam
Días atrás
Sara había estado en el hospital, esta vez fue real, pero fingía estar preocupada por la salud de Cassandra, alegando que sin ella, mi plan de recuperar el dinero sería prácticamente imposible.
—¿Quieres hacerme creer que quieres que Cassandra esté bien? — ella me miró con tranquilidad, aunque pude notar un ligero nerviosismo en sus manos. — En verdad no esperaba esto de ti, Sara.
—Por favor, Liam — me miró con reproche. — Hablas como si quisiera hacerle daño, ¿acaso me crees capaz de algo tan bajo?
Puse los ojos en blanco.
—No dije eso, pero tampoco es para que estés aquí, fingiendo que te preocupa.
—¿Y tú? ¿Qué haces aquí?
—No intentes salirte por la tangente…
—¿Crees que no lo sé? — espetó molesta de pronto. — ¡Has estado aquí día y noche! ¡Sin siquiera llegar
