Ahora si parecía que solo había sido un sueño, uno muy bueno, Bastián no volvió a mandar algún mensaje durante toda la semana, a veces Asher se lo topaba en el lobby, pero Bastián ni siquiera lo miraba, era como si se hubiera vuelto invisible ante sus ojos
“Tal vez si lo soñé”.
Y todo volvió a la normalidad.
Su escritorio se llenó de trabajo y de nuevo, rara vez salía a comer algo.
—Estoy agotado— dijo Bruce abrazándose de Asher quien trataba de decidir que poner en su charola de comida. —En serio ¿Cómo le haces para tener ese rostro libre de ojeras?—Preguntó Bruce y le pellizcó la mejilla a Asher, un poco envidioso de esa piel tan lisa.
—Deja de molestar, son mis genes, no hay secreto— dijo Asher alejando sus manos de su rostro.
—Laurent me dijo que el otro día llegaste en la madrugada, tal vez tu secreto es el sexo, ¿Estas saliendo con alguien?.
—Claro que no, solo fue algo de una noche— respondió Asher un poco melancólico, por un instante creyó que algo podría pasar entre Bastián y él. “Qué tonto soy”.
—¿Con alguien de aquí?.
—Deja de molestar, ¿En serio crees que no pesas?.
Bruce se abrazó aún más a Asher y pegó su cabeza a la de él. —Preséntame una amiga, estoy seguro de que conoces muchas chicas, tu eres popular y yo no tanto, ¿Acaso no te sientes triste de verme solo?.
—No…déjame…
Mientras tanto Víctor caminaba junto con Bastián hacía la cafetería, habían tenido una reunión y gracias a su poder de convencimiento, Víctor logró hacer qué Bastián le invitara un café. “No saldré del edificio”, advirtió Bastián, así que ahora iban a la cafetería de la empresa.
—La nueva marca me gusta mucho, pero el rojo no es mi color— dijo Víctor.
—Debiste haberlo dicho antes de firmar el contrato— dijo Bastián.
—Odio leer contratos, lo sabes, yo juego y tu te ocupas de eso.
—Solo usarás la camisa para un comercial, no te vuelvas loco.
Ambos llegaron a la cafetería y Víctor de inmediato miró esa cabellera rubia deslumbrante y ese rostro tan hermoso.
—Oh, ahí está Asher, eh..., mmm…¿Quién es él tipo qué lo está abrazando?.
La mirada de Bastián fue hasta ellos, creyó que la noche con Asher sería suficiente para liberar su tensión s****l, no quería una relación, ni nada que se le pareciera, mucho menos con alguien que trabajaba en el mismo lugar que él, pero estos últimos días, apenas se acostaba, no dejaba de pensar en el pasante y en ese cuerpo, en ese rostro lleno de placer y esos gemidos, se había tenido qué masturbar más de una vez por la noche para poder dormir tranquilo y eso lo molestaba.
Mantener la distancia le había funcionado en otras ocasiones para poder olvidar a alguien, pero esta vez, solo era una tortura ignorar a ese chico y ahora, ver como otro lo abrazaba tan descaradamente lo hacía sentir enojado.
—No lo sé, ni me interesa— dijo Bastián de mal humor.
Víctor miró a su amigo y sonrió. —¿Así que te lo cogiste, no?, me sorprendes, esta vez si que fuiste rápido, debí advertirte, una vez que lo pruebas, siempre vas a querer volver por más, tu ley del hielo no creo que te salve esta vez…¡Asher!.
Asher se giró para ver quien lo llamaba, miró a Víctor agitando los brazos con emoción y a su lado Bastián, quien tenía un aura negr*a a su alrededor, no parecía estar de buen humor, en realidad nunca parecía estar de buenas.
—¿Conoces a Víctor York?—Preguntó Bruce muy asombrado.
—A, si, nos conocimos en la universidad, ¿No te lo dije?.
—¿Qué?, ¿Fue a la misma universidad?, ¿De verdad?, preséntamelo.
Asher saludó y regresó su vista a la fruta qué no podía escoger. —¿Acaso no vez con quién está?, ¿Cómo voy a pedirle una foto?.
—Entonces pide que me firme una, te lo suplico— dijo Bruce y le dio un beso en la mejilla a su amigo
—¿Qué haces?, guacala.
—Por favor, ¿Sabes cuanto vale su autógrafo en Internet?, voy a besarte de nuevo si dices que no.
—Está bien, pero no vuelvas a besarme.
Bruce aplaudió lleno de felicidad al escuchar una respuesta positiva.
Unos minutos después, Víctor sonreía felizmente mientras que Bruce tomaba una selfie y mientras eso pasaba, Asher estaba junto a Bastián demasiado incómodo, no podía decir que fue usado, o que fue obligado, estuvo de acuerdo y le gustó lo que pasó entre ellos, además ¿Cómo podía imaginar que una relación sentimental podía pasar entre ellos?, él solo era un pasante y Bastián era todo un hombre de negocios.
Inalcanzable.
—¿Estarás ocupado en la noche?, me gustaría hablar contigo.
Asher miró con asombro a Bastián, lo había ignorado este tiempo y ahora quería hablar así como así.
Algo le decía que involucrarse con Bastián iba a ser caótico.
—Lo siento, estaré ocupado esta noche— respondió Asher tratando de sonar tranquilo.
Bastián lo miró y se sintió un poco ofendido. —¿Estás ocupado?, ¿O solo no quieres salir conmigo?.
Asher se puso nervioso, ¿Cómo debía de decirle que temía terminar rendido a sus pies, y que por eso prefería también evitarlo?, ser rechazado era peor que ser ignorado en este caso. —Voy a salir con un amigo.
—¿A si?—Preguntó Bastián sin creerle mucho.
—Si, con él, de echo— dijo Asher y señaló a Bruce
Bruce alcanzó escuchar eso último y frunció el ceño, temeroso de que Bruce dijera algo estúpido, Asher habló rápidamente. —Iremos a un bar, ¿No es así Bruce?.
Bruce no entendía que pasaba, pero miró una oportunidad única, pocas veces lograba convencer a Asher de tener una salida de amigos. —A, si, ¡Si!, vayamos al bar, Víctor, ¿No quieres venir?, los amigos de Asher son mis amigos sin duda, puedo ser discreto, confía en mí.
Víctor sonrió ante el carácter energético de Bruce y miró el semblante molesto de Bastián. —Por supuesto que voy, ¿Vienes Bastián?—Preguntó Víctor, pensando que iba a ser divertido.
Asher entró en pánico, ¿Qué estaba pasando?.
Bastián sonrió y asintió. —Por supuesto, me hace falta un poco de distracción— dijo lanzándole una mirada a Asher, una mirada que no era fácil de descifrar.
—¿Está bien si él viene, no?—Preguntó Víctor con inocencia.
Bruce asintió, ajeno a todo lo que ocurría, él solo veía la oportunidad de salir a divertirse, además, salir con esos tres tipos guapos, seguro que las chicas iban a lloverles. —Si, por supuesto, mientras más seamos, mejor.
Mientras tanto, Asher se sintió miserable.