Cuando las cosas se iban estabilizando un poco el padre de Jared y Sara decidió hacer un nuevo intento, Jared no estaba muy contento mientras que Sara anhelaba a su padre, y no puedo juzgarla. ¿Qué hija no desea un padre amoroso? Uno que te enseñe como debe ser el hombre que decidas amar, aquel que te muestre que un hombre es hombre por el amor que brinda a sus seres queridos y no por los golpes y gritos que puede dar, mi padre no estuvo para mí cuando lo necesite, él claramente creía que lo más importante era que yo contará con su ayuda económica, lo que tampoco estaba mal, podía recibir el regalo que yo quisiera, solo debía pedirlo y su secretaria haría el resto, mi padre creía que con eso compensaba su ausencia, mientras tanto mi madre era una mujer muy persuasiva y atenta, ella era mi cómplice y confidente, amarla sería decir poco para lo que yo sentía por ella, aunque nunca se lo dijera, estaba segura de que ella lo sabía, de otro modo no buscaría siempre mi felicidad y la de mi hermano, aunque Dy era otro asunto, él era mucho más distante con mamá e iba a ver a mi padre y a su nueva familia, yo por mi parte no podía tolerar a mí padre después de cómo se fue, nunca acepte sus invitaciones, aunque el ver cómo Sara y Jared se debatían entre darle o no una oportunidad a su padre, me hacía dudar. La señora Williams murió y no tuvo sino hasta su último día para decirles a sus hijos cuanto los amaba, vivió una horrible vida y ellos igual, pero aún así supieron perdonarla y vivir con lo poco que recibieron, y ahora estaban listos para ver a un padre ausente, bueno, no era su culpa, así que tampoco es que lo pudieran juzgar de una manera muy dura, el pobre hombre se había privado de su libertad porque creyó que era lo mejor, aunque no lo haya sido, él hizo un sacrificio por amor.
— ¿En qué estás pensando, amiga? — pregunto Chloe a mí lado, nos dirigíamos a nuestra primera clase. La mire y sonreí, me había hecho mucha falta.
— Es que siento que todo puede mejorar si se toman las decisiones correctas. — respondí con seguridad, aún con una enorme sonrisa en el rostro.
— Oh, ya veo. Es sobre Jared nuevamente. — a mí amiga se le iluminaron los ojos, sabía que esperaba el chisme completo, pero también sabía que este no era el momento, ni el lugar. Así que simplemente asentí y ella se colgó de mi brazo eufórica.
— Vaya, vaya... — escuché la fastidiosa voz de Vicky romper con nuestro momento, levanté la vista y ella estaba ahí mirándonos con desdén, un gesto arrogante cubrió su rostro, Chloe soltó mi brazo dispuesta a a****r, sonreí de costado mirándola por el rabillo del ojo.
— Déjala Chloe, no vale la pena. Le debe estar fallando la memoria. — dije volteando a verla, Victoria se removió un poco recordando mi amenaza, no tenía nada que publicar, tal vez sí, pero se trataba de su privacidad y no me metería en ello, suficiente había tenido ya.
— Claro, hazle caso a tu novia, Chloe. — dijo Vicky dirigiéndose a Chloe, mi amiga apretó los puños furiosa, dispuesta a a****r, pero en ese momento un brazo nos rodeó a ambas reteniendo a mi amiga en el proceso, levantamos la vista sorprendidas.
— Así que mi novia me engaña con su mejor amiga. — dijo él, enrojecí ante su comentario, públicamente estaba diciendo que era su novia, mi amiga sonrió orgullosa mientras que mi cara se tornaba del color de un tomate. Obviamente Jared bromeaba con decir que lo engañaba con mi mejor amiga, pero los demás se pararon a escucharlo y reír por ello, no podría decir si eso era malo o bueno.
— Ay amigo, entonces mi novia también me engaña con su mejor amiga. — escuchamos la voz del novio de mi amiga entre el tumulto de estudiantes, abriéndose paso hacía nosotros. Tan pronto como Chloe lo vio saltó a sus brazos y lo beso.
— Créeme amo a mi amiga, pero ella no tiene lo que yo busco en mi pareja, tú sí. — le dijo con tono divertido al separarse de él.
Jared y yo no pudimos contener la risa, Vicky se encontraba desarmada, mientras miraba a Jared con ojos tristes, mire a Jared, él la veía con gesto serio, decepcionado.
— Te pediré un favor Vicky, deja de divulgar información errónea de mi novia, la gente dejara de creerte si solo dices mentiras. — le dijo Jared dejándola con la boca abierta.
— Jared, yo no entiendo como es que tú y ella... — titubeó Vicky intentanto formular una oración. Jared sonrió con orgullo y se puso recto antes de responder.
— Bueno, ya sabes como inician las relaciones, pero no creo que sea el momento ni el lugar, pero seguro ya saben lo más importante, que Alison Adams y yo somos novios. — dijo él antes de encaminarse aún con su brazo al rededor de mis hombros, camine a su lado, orgullosa y eufórica, feliz y dichosa, era la primera novia de Jared Williams y él mismo lo había hecho oficial. — ¿Crees que no me di cuenta de la cara que traes? — pregunto Jared en un tono divertido, solté una risita culpable. — tienes derecho de estar feliz, eres mi novia, y aunque no le haya querido dar un nombre, creo que ya era el momento. — lo mire fijamente.
— ¿Crees que era el momento? — pregunte en el mismo tono que él empleo.
— Claro, eso y que me dan celos de escuchar que dicen que eres novia de tu mejor amiga. — solté una carcajada, Chloe y su novio detrás de nosotros se rieron al escucharlo.
— Soy mejor candidata que tú, al parecer. — dijo mi amiga en tono divertido. — es solo que Ali no es mi tipo. — dijo ella divertida.
— Ah, tú tampoco eres mi tipo. No compites para nada con Jared. — nos reímos en unisono.
Así paso el día, teníamos clases en distintas aulas, así que no nos vimos la mayor parte del día. Jared había quedado de esperarme al salir e ir juntos a su casa, la cuál habíamos re modelado, cada rincón de su casa le traía malos recuerdos, las discusiones con su madre, normalmente porque ella se encontraba ebria, así que sugerí que la pintáramos e hiciéramos nuevos cambios, recordaba las veces que lo había visto sentado en la ventana con una cerveza en la mano, aprovechamos mucho el espacio en blanco de su nuevo hogar, que se convirtió en un nuevo lienzo para él, se había motivado estos últimos días, me llamaba su musa, me había hecho una nueva obra, él y yo, uno al lado del otro, espalda con espalda, de fondo una gran cantidad de números. Me había encantado, se había convertido en mi favorito. De hecho estaba tomando fotografías de sus obras para poder subirlas a la web y exponer su arte en Internet, que el mundo viera lo que yo podía ver en ellos.
Cuando salí del salón de clases ya Jared se encontraba esperándome, los que antes habían sido sus amigos ahora lo miraban con desconfianza, muchos de ellos intentaron contactarlo y persuadirlo de salir conmigo, pero su corazón y fidelidad estaban conmigo.
Lo vi ahí parado ansioso por verme salir, lo abrace tan pronto estuve cerca, él me sonrió dichoso, beso mi frente y extendió su mano pidiendo la mía. Mi amiga ya se había marchado junto con su novio, ellos tendrían una cita.
— ¿Y? — pregunte curiosa, él me miro sonriente, disfrutaba de mi ansiedad. — ¡Ay ya, dime! — Jared soltó una risita divertido.
— Sufres de ansiedad, acosadora. — le di un pequeño golpe en el brazo al escuchar su pequeño insultó, se había convertido en su forma de ofenderme o más bien bromear conmigo, no me ofendía, al contrario, creía que mi castigo por lo que hice se había convertido en un regalo. — bien, le daremos una oportunidad a nuestro padre. — sonreí de oreja a oreja al escucharlo. — no sonrías demasiado, si fuiste tú la de la idea, tienes que ir a una cena familiar, me ayudarás a organizarla. — sonreí y aplaudí feliz de que me incluyera.
— Entonces lo haremos, me encanta la idea. — Jared acaricio mi mejilla y sonrió en respuesta.
— Quiero mostrarles mis obras, pero si te soy sincero me da un poco de miedo, mi familia nunca ha sabido entender mis aficiones, mamá nunca lo entendió y Sara tenía sus propios problemas así que no quise molestarla con sueños tontos. — suspire al escucharlo tan desmotivado.
— Es cierto que las personas que carecen de creatividad son las que son las primeras en juzgar, es por eso que Vicky solía juzgar mi agilidad con las computadoras. — dije encogiéndome de hombros, Jared me miró y me regaló una dulce sonrisa de agradecimiento.
— Deberías aplicar para una buena universidad, creo que podrías entrar a la que quisieras, te va de maravilla en todas las materias. — sonreí agradecida y baje la cabeza, pensativa, no quería pensar en separarnos.
— Tú seguramente entrarás a una escuela de arte, es lo que te encanta. — dije cabizbaja.
— No te desanimes, nada me hará separarme de ti y confió en tus gustos tampoco nos separen y si fuese así, me mudaría a donde fueses y me postularía también para estudiar en la misma ciudad, no permitiré que la razón de mi felicidad se vaya lejos de mí. — sabía que mis ojos se habían llenado de lágrimas, pero no lo pude evitar, sus palabras me conmovían realmente. Él seco aquellas lágrimas escurridizas mientras me daba una hermosa sonrisa, lo abracé de inmediato.
— Cada vez que hablas me conmueves más. — le dije totalmente enternecida. Él me abrazo hacia él y acarició mi espalda con ternura.
— Si, lo sé. Para ti decir la verdad es conmoverte. — dijo divertido.