Dos días después Josh Una vez más quise creer en los hermanos Lemaire, pero esta vez las cosas no resultaron como esperaban, no porque terminaran en otra guerra, sino porque Oskar se perdió desde aquella tarde de nuestro radar, no contestaba las llamadas, no enviaba mensajes, ni siquiera leía los que enviábamos, porque sí, el mismo Elio me pidió que le escribiese por si acaso lo estaba ignorando a propósito, pero ni así hubo señales de vida hasta hoy al atardecer cuando Elio y yo regresábamos de dar una caminata para despejarnos del encierro y encontramos a Oskar en mitad de la sala con dos maletas. —Desapareces casi tres días seguidos ¿y ahora te vas como si nada? —Oskar soltó una sonrisa pícara que fastidió a Elio pues dejaba su preocupación al descubierto. —No, nos vamos. —¿Disculp