Me quedo confundida en la mitad del salón, sin entender la reacción que había tenido Julien respecto a la conversación de su sexualidad. En mi cabeza sigo repasando lo que pasó y en serio que me siento perdida al notar los prejuicios y posible masculinidad frágil de él, pues al final, estando en el medio del espectáculo, convivir con personas de todo género y preferencias es el pan de cada día y no debería ocasionar emociones tan intensas el hablar de eso.
De repente un dedo hurgando en mi hombro me hace salir de mis pensamientos, por lo que me giro, mientras mantengo una mueca pensativa.
—¿Estás bien? —me pregunta Michel y le respondo levantando los hombros.
—Yo, sí, pero eso estuvo extraño —comento y ella se ríe, al tiempo que asiente.
—Creo que haberle dicho gay a Julien, fue pe
