Despierto algo tarde, me levanto un poco desanimada, conecto mi teléfono para que se cargue y me voy al baño para darme una ducha. Me pongo ropa cómoda y voy a la cocina, parece que hoy no es mi día, no hay nada en el refrigerador y me estoy muriendo de hambre. Prendo mi teléfono y de inmediato empiezan a llegar mensajes. La mayoría son de Derek y de mi madre. Derek dice que me necesita y mi madre me dice que Derek necesita mi apoyo, que por favor hablé con él. Estoy por dejar el teléfono cuando entra una llamada, es Derek. —Hola —contesto desganada. —Alessandra, por fin contestas ¿estás bien? —me pregunta y puedo escuchar preocupación en su voz. Si Derek me dice Alessandra, es porque realmente está molesto o preocupado. —Estoy bien Derek, te recuerdo que estoy de vacaciones y hemos