El estudio de Jonás permaneció con la puerta cerrada, Silvana esperó a que sir Ronald la anunciara y entonces, caminó hacia el gran escritorio.
Jonás la miró – puedes sentarte, no pases mucho tiempo de pie.
Silvana aceptó el consejo y se sentó cerca del escritorio – ¿el barón se ha comunicado?
Su pregunta era por Gideon.
Jonás soltó la pluma para responder – deberíamos recibir la respuesta mañana, el silencio es buena señal – suspiró – en cuanto tenga noticias serás la primera en saberlo, sí eso es todo, tengo trabajo.
Fue bastante frío, pero dadas las circunstancias, Silvana no hizo exigencias – quiero estar presente en la reunión con el marqués Ramses, y quiero ver al príncipe Enric. Necesito que todo esto pase antes de que nazca.
Jonás comprendió a qué se refería y al gran riesgo
