Pieza olvidada (8)

1965 Palabras

El gran día había llegado, el emperador volvía de su marcha en el sur junto a su ejército. Su regreso no fue como había anticipado, él no se dirigió al palacio en medio de una gran celebración sino a la iglesia. En la entrada, la familia imperial lo esperaba y le cedieron el paso para que pudiera caminar en silencio hacia el altar y la escultura. El artista que estuvo a cargo hizo un gran trabajo, justo al lado de la imagen de la virgen, construyó una escultura de la princesa, de rodillas, con las manos unidas y una expresión humilde. Sí la princesa estuviera presente, sin duda habría amado aquella escena, pero no lo estaba y el emperador se puso de rodillas para llorar la muerte de su hija, que ocurrió mientras él estaba lejos. El ambiente fue el correcto, los invitados sintieron pena

Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR