Evelyn tenía una mueca en los labios difícil de ocultar, por los últimos tres días le pidió al mayordomo del palacio que consiguiera a todos los trabajadores que tuvieran habilidades para esculpir y la lista incluyó a veinte personas, la mayoría no trabajaban en el palacio, eran especialistas que llamaban cuando era necesario cambiar los arreglos o alterar los muebles.
Catorce hombres y seis mujeres.
Por obvias razones Evelyn eligió únicamente a los hombres y los reunió en el jardín para una demostración, cada uno por turnos, tomó un trozo de madera y esculpió la figura que el duque pidió, una rosa, una copa, un pisapapeles con forma de oso y una mariposa, entre otros.
Ninguno trabajó con partes humanas y todas las piezas eran diferentes, tras una minuciosa inspección, el duque determin
