Las respuestas al segundo día del juicio fueron variadas. Felipe fue a la escuela ese día, estaba en el comedor cuando los rumores corrieron, los estudiantes murmuraban su apellido y después de escuchar lo sucedido, golpeó a uno de ellos, los profesores detuvieron la pelea y Felipe dejó la academia corriendo. En el palacio la señora Santes se desmayó, Elsa corrió a verla y la señora Stephen llamó al médico. El príncipe Enric sonrió cada minuto que duró la explicación del vizconde Valrosa y permaneció en silencio para no interrumpir y no perderse un solo segundo. Las personas en la calle escucharon con atención y al llegar la parte en la que el vizconde dijo: ¡la emperatriz me amenazó!, temblaron. Esa parte de la historia, el emperador la escuchó en su oficina – ¿cuándo llegó el vizcon