Nada sale como lo planeas. – Mamá se apropió del quinto piso de la torre, lo convirtió en una sala de tiro con arco y diseño dos arcos pequeños, uno de color dorado para Faris y otro de color rojo para Celeste. Inocencia frunce el ceño – debiste saber que pasaría. Tiene razón – Odio sigue pidiéndome que cree lanzas – suspiro – ya tenemos una habitación completa donde estoy almacenando todas las armas que ella espera que nuestros hijos usen, ¿estoy loco sí quiero que primero aprendan a hablar? Inocencia se encoje de hombros. – Celeste es muy cariñosa, se sube a la cama y se trepa de la pierna de Odio, no puedo despegarla, frunce el ceño y levanta los labios, se parece tanto a ella, es hermosa. Mi hija es muy bella. – Y Faris quemó la cama. Sé que serán catástrofes, pero esperaba tene

