20 diciembre
Max
Estábamos a solo cuatro días de navidad, nos encontrábamos en la cabaña preparando algo de comer cuando tocan la puerta a lo que ella me mira extrañada, yo simplemente alzo mi hombro desentendiéndome de todo y le digo que abra en lo que termino de cocinar. La veo dirigirse a la puerta y camino detrás de ella, al abrirla logramos ver a Nicolay, Lily, Vicky, Alex, Iván, David, Sasha, Ares, Adler y su hijo Adrien, todos están sonriendo al verla tan desconcertada, se gira a verme pidiéndome explicaciones en silencio, pero yo solo pude sonreírle.
—Sé que aún falta unos días para navidad, pero creí que sería mejor pasarlo con las personas que nos han acompañado en estos meses, así que espero te guste tu regalo y ve que no fue fácil convencerlos de reunirse.
Noto sus ojos cristalizarse y se abalanza abrazándome con fuerza, hasta que escuchamos una pequeña voz que no se hace esperar gritando con todas sus fuerzas Mutter, ella logra retener sus lágrimas y muerde su labio con fuerza.
Ingresamos a esa hermosa cabaña gigante que ahora se sentía pequeña con todos los que nos encontrábamos hablando en un gran comedor, las niñas estaban felices al ver de nuevo a Ragnar y no paraban de contarle todas las cosas que habían hecho este tiempo en Rusia con Nicolay, sobre sus clases privadas en casa mientras dominaban el idioma y las travesuras que realizaban todos los días en su castillo de princesas, como le llamaban a su casa, las amistades que hicieron una vez entraron a la escuela y mil cosas más.
David fue otro que no se quedó atrás y siempre buscaba una forma de llamar su atención, ahora que hablaba mucho más que antes y en cuatro idiomas, no se ponía de acuerdo para escoger uno, pero ella siempre respondía en todos para él haciéndolo muy feliz. Adrien en cambio estaba más tranquilo a comparación de los demás, pero igual le comentaba lo que había hecho en estos meses con mucho entusiasmo.
Hacer esta sorpresa no fue realmente sencillo, hablé primero a Alemania reuniendo a los tres para comentarles la idea la cual aceptaron sin inconvenientes, los problemas vendrían en Rusia e Italia, así que hablé con las gemelas primero y luego entre los tres hablamos con Nicolay. Lo bueno de ellas es que era muy persuasivas y me ayudaron a convencerlo, ya cuando quedamos a solas, le pedí que dejara atrás los acontecimientos con Wesker para no perturbar a nadie, en especial a ella.
Luego de obtener su aprobación, hablé con Alex solicitando lo mismo con respecto al tema, además de que también era un regalo de navidad y cumpleaños para David el poder verla otra vez, puesto que en ese momento no estuvimos con él. Lo irónico, es que justo cuando mencioné el nombre de ella iba entrando Iván con David al despacho de Alex haciendo feliz al pequeño, así que a su manera también lo persuadió de aceptar.
Al llegar todos a Escocia nos reunimos un día antes en una zona cercana a conversar entre todos menos los pequeños, así limaríamos asperezas y resolveríamos conflictos, de esa manera no tendríamos que fingir estar cómodos frente a ella o se daría cuenta de todo y esa no era la idea. Fueron horas de un calvario interminable, una de las partes más difíciles fue hacer un acuerdo entre Adler y Nicolay, llegué a escuchar muchas historias ocurridas con Rag en Alemania haciéndome comprender mejor la perspectiva de él, pero no podíamos seguir viviendo en el pasado, era hora de avanzar y entender que ella seguiría teniéndonos a todos en su vida.
Algo que sí llegué a notar en esa discusión, es que Adler tenía un semblante diferente ante el tema y no era el mismo hombre que se había peleado con Nicolay en el hospital, es como si ahora se hubiese quitado una carga de los hombros, incluso sus respuestas eran más abiertas y estuvo dispuesto a una tregua, pero igual las peleas no se hicieron esperar y luego de gritos, groserías en varios idiomas y un par de golpes solucionamos todo.
Algo que sorprendió a Nicolay y Adler fue el conocer a David haciéndose la misma pregunta por su gran parecido con ella, Alexandre al quedar entre ese bombardeo de parte de ellos, solo miró a lo lejos y respiró profundo contándonos su historia, una que nos trajo algunas preguntas más pero que solo Ragnar podría responder.
(…)
Ragnar
Tener a mis amigos y mi familia reunida significa mucho para mí, ahora entiendo por qué Livi se esforzaba tanto por reunirnos en las fechas especiales, incluso llegué a sentirme mal al no estar en los cumpleaños de David y Nick, pero es algo que les compensaría en estos días que estaríamos juntos.
Uno que me sorprendió bastante fue Adrien, estaba más alto a la última vez que lo vi, incluso las gemelas lo estaban, es como si no hubiesen sido meses sino años los que pasaron sin vernos. Pero si hubo algo que me dejó sin palabras fue la soltura de David al conocer a Adrien y las gemelas, entre los cuatro se llevaban muy bien, incluso ellos dejaban que David se integrara en algunos juegos y no pasaba tanto tiempo conmigo, así como ocurre en este momento.
Ellos están en el patio corriendo y riendo muy felices, solo de escucharlos y verlos de esa manera siento que mi corazón desborda una felicidad como nunca antes, miro al cielo y pienso que todo esto es posible gracias a Helena, ella me enseñó la última parte de ese recorrido y me ayudó a conectar la última pieza que hacía falta. Al ver mi vida en retrospectiva y examinar cada paso que he dado, las personas que me han acompañado, las enseñanzas y el cariño que me han brindado, me hizo darme cuenta de que la vida sí me compensó por todo el dolor que he padecido y por primera vez siento orgullo de llevar mis cicatrices.
Veo que Adrien logra atrapar a David y lo levanta en el aire haciéndolo reír, él le pide entre risas que lo baje, pero Adrien le hace cosquillas haciendo que incluso yo ría con ellos a la distancia. Ellos cuatro me ven y David se libera para venir corriendo a mí, da un salto bastante alto y yo lo recibo en mis manos sintiendo el calor de sus brazos en mi cuello.
—Je t’aime maman (Te amo mamá).
—¿Cuándo aprendiste francés?
Él me mira con esa sonrisa de picardía y creo saber la respuesta, al parecer este pequeño sigue haciendo de las suyas en mi ausencia.
—Maman, je veux certains juice s’il vous plaît (Mamá, quiero un poco de jugo por favor)
—Je ferais mieux de faire plus d’attention à toi quand tu avec moi (Será mejor que te preste más atención cuando estés conmigo). —ambos sonreímos como si tuviéramos un gran secreto.
Él sabe de lo que hablo porque esconde su rostro en mi cuello dejando ese sonrojo en sus mejillas, le digo a los chicos que entren un momento para que tomen algo y descansen un poco, así que vienen corriendo y nos dirigimos a la cocina donde sirvo sus bebidas.
—Tía Rag, podrías ayudarme después con algo de la escuela, es que aun no entiendo y papá ha estado ocupado —pregunta Adrien.
—Claro, no hay problema cariño.
Luego de cenar, los hombres se fueron al pueblo para tener una noche a solas, Sasha estaba en su habitación un poco indispuesta y yo me quedé con los pequeños en su habitación, las gemelas estaban dibujando con David en lo que yo ayudaba a Adrien con unos proyectos.
No sé por qué, pero hubo algo en esta imagen que me hizo sentir extraña, entonces recordé la petición de Max y mi corazón se hizo pequeño al percatarme de que ellos estarían separados en unas semanas... cómo quisiera seguir teniéndolos de esta forma.
Me aseguré de que los chicos se bañaran, estuvieran bien abrigados y les leí una historia antes de dormir, luego apagué la luz dejando solo el fuego de la chimenea encendido y me dirigí al patio para ver la panorámica, tomé el móvil e hice una llamada a la persona que más necesitaba en esta fría noche.
—Hola pequeña ¿cómo estás? ¿está todo bien? —contesta Marcus entre feliz y preocupado.
—Sí, no te preocupes todo está bien ¿se encuentra Livi en casa?
—Ya te la comunico.
Lo bueno de mi familia es que saben que si hago peticiones no es porque sí y esta llamada es una de esas.
—Hola mi niña ¿ocurre algo malo?
—No exactamente, es que estoy un poco confundida con algo y solo quería escuchar tu voz.
—Cuéntame lo que pasa y así lo resolveremos.
Empiezo a contarle sobre la sorpresa de Max y estos pensamientos que me tienen inquieta, ella quedó feliz al saber que sería abuela otra vez y me pidió también el conocer a David y Adrien (en el caso de este último es porque hace muchos años no lo veía), así que le envié una fotografía que había tomado hoy a los chicos y ella se sorprendió al ver el parecido con mi pequeño, no hizo preguntas al respecto, pero sí me pidió que en cuanto pudiese los presentara, además de darme una retahíla por no haberle contado antes sobre David, pero venga, tampoco tengo por qué contar esa historia a todo el mundo.
—Mi niña, sabes bien que tus hermanos y tú tienen muchas cosas en común y una de ellas es que son hijos de diferentes padres, pero eso no impidió que estuvieran juntos en la vida, solo habla con Nico y Alex para ponerse de acuerdo.
—¿No crees que sería egoísta de mi parte pedir algo así?
—¿En serio me haces esa pregunta? Creo que por primera vez te desconozco.
—No eres la única, hasta yo me desconozco en este momento.
—Antes de responderte ¿qué has pensado hacer con respecto a Adrien, también vas a adoptarlo?
—No, seguiremos manteniendo una relación de tia-sobrino, las cosas con Adler no están para entrar a una relación más formal y él prefiere que quedemos juntos sin estar bajo el mismo techo, dice que prefiere tenerme como amiga y cómplice a complicar las cosas estando ese trío en la ecuación.
—La verdad, creo que fue lo más sensato y poner a otro en la ecuación solo te traería más trabajo a futuro.
—Supongo que sí, lo bueno es que el día que quiera escapar de esos tres puedo ir directo a Alemania y perderme con los Müller junto a mis hijos.
Las dos reímos solo de imaginar la escena, pues ella sabe mejor que nadie cuántas veces llegué a usar ese truco para escapar de muchas personas, incluso de Marcus cuando la paternidad le daba muy duro conmigo.
—Volviendo al tema mi niña, sabes que esos hombres harían lo que sea por ti, pídeles un pueblo y te darán un país, pídeles un planeta y te traerán la galaxia, solo habla con ellos para llegar a un acuerdo, recuerda que al final es por el bien de los pequeños y no olvides una cosa mi niña, así como pasó con Max en su momento, debes considerar el deseo de los pequeños y saber que si accedes a tenerlos es para toda la vida, ellos dependerán de ti como madre y esa es una responsabilidad muy grande, asegúrate de saber lo que quieres en tu vida y en la de ellos.
—Lo tendré muy en cuenta, gracias por escucharme Livi.
—No hay nada que agradecer, eres mi hija y siempre estaré para ti.
Me quedé pensando en todo lo que dijo Livi, quizás podría aprovechar estas semanas que los tendría a mi lado y pensar mejor las cosas, ya después tomaría una decisión con más calma y se la haría saber a todos para que tomemos cartas en el asunto, pero al menos una cosa si es clara, no tenía ni qué preguntarles a Nick y Alex qué opinaban al respecto porque ambos siempre fueron honestos sobre sus deseos, la vida a futuro que querían conmigo y miles de planes más, pero no era posible dividirme en tres y mucho menos dejar a Max en el olvido.