59. REVELACIONES

2756 Palabras
Ragnar Estos días han sido increíbles y ese regalo de Max fue único, las propuestas, el traerlos a todos para pasar las fiestas y que todo surgiera en esta tierra me generaban una felicidad que no podía con ella. Hace dos noches celebramos navidad con un gran banquete, el ambiente era increíblemente bueno y el ver cómo se han comportado, me indica que hablaron previamente para arreglar las diferencias por lo ocurrido en Alemania, puesto que Nick quedó muy afectado al igual que Alex. Ellos han visto parte de mi pasado, pero es Nick el más sensible a temas como ese por haber estado más cerca de mí y de mi familia cuando aún estaba en esa transición, eso sin contar con la vida que él debió llevar desde muy pequeño. Saber que pudo perdonar y estar en este lugar con todos me hace sentir muy orgullosa de él, también al ver cuán radiantes están mis pequeñas, ya que eso me indica que él les da toda la atención que requieren y el amor tan inmenso que siempre ha guardado en su corazón. Admito que no ha sido fácil tener a los chicos aquí conmigo, ellos demandan mucha más atención que los adultos, aunque me alegra que Adrien sepa mantenerse más sereno entre los cuatro, pero a pesar de eso, he visto que tiene sus ojos bien puestos en Lily, esos dos compaginan muy bien, son espíritus tranquilos a diferencia de Vicky que es más atrevida y aventurera. No sé por qué, pero solo con ver a esos tres creo imaginar sus vidas en unos años. En cuanto a mi pequeño cielo, él no hace más que llamar mi atención con la gran inteligencia que posee de cualquier forma, me di cuenta de cuánto ha aprendido en este tiempo, así que le he enseñado francés, español, árabe y matemáticas, comprendiendo todo muy rápidamente. Esta tarde los niños y yo salimos para realizar diferentes actividades junto a Iván y Sasha, quienes se nos unieron para divertirse mientras los demás planeaban quién sabe qué locura, pero me hicieron mantenerme al margen de todo, así que hemos ido a cabalgar por estas hermosas montañas, luego jugamos en un lago del cual todos se quejaron por estar tan fría el agua, menos David quien al parecer también es otro que le agrada esa temperatura. Ahora estamos tomando un pequeño descanso en lo que Sasha está con los niños corriendo por todo el lugar. —Srta. Ragnar no quisiera molestarla, ¿pero puedo hablar un momento con usted? —Primero, no me molesta que hablemos, y segundo, llevamos cuatro años en toda esta locura y cuidas de dos personas importantes para mí, creo que podemos tratarnos por igual así que solo dime Ragnar por favor. —Es por respeto. —Si me dices Ragnar me respetarás de la misma forma, pero coméntame ¿qué te tiene tan pensativo Iván? —Quisiera agradecerle por haberme salvado hace cuatro años en Nueva York y también por darme una familia, al señor D’Angelo lo considero un gran amigo, prácticamente un hermano y al pequeño David, bueno, es imposible no quererlo cada día más, verlo crecer ha sido algo hermoso para mí —tomo su mano entre las mías notando que está bastante nervioso. —No Iván, soy yo quien tiene que agradecerte por proteger a mi familia y estar siempre para ellos, pero sobre todo por quererlos de la forma en que lo haces, puesto que eso no estaba en el contrato, sino que nació de ti y mi hijo te adora con el alma, eso se nota por la confianza que te tiene —le doy un abrazo el cual me recibe con cariño. —Para mí ha sido un placer servirles y sabe que siempre contarán conmigo, gracias por todo Ragnar. También quiero decirte que he conocido a alguien y que me gustaría presentártelo, quisiera tu opinión y tu bendición. —Me honras con eso Iván, solo es cuestión de que digas cuándo y con gusto lo conoceré. —Gracias otra vez por salvarme, por apoyarme y no juzgarme, te aprecio y te debo demasiado —me abraza fuerte como evitando llorar en mi hombro. ­—No me debes nada, estamos a mano. A Iván lo conocí hace varios años, él había llegado a un club en Nueva York como guardaespaldas de un mafioso de Los Ángeles, el sujeto lo encontró teniendo un amorío con su hijo y mandó a asesinarlo, el problema es que todo eso fue en uno de mis negocios. Al ver el inconveniente tan grande que había, hice un intercambio donde dije a ese sujeto que me encargaría de acabar con la vida de Iván a cambio de ciertas condiciones, puesto que él al violar las reglas del club había contraído un problema directo conmigo. Finalmente, él me pagó una fuerte suma como garantía de que no iba a matarlo y yo le di una prueba de que me deshice de Iván, pero si no lees la letra pequeña en mis contratos, no comprenderás mi alcance. Así, escondí a Iván una temporada con Marcus y cuando llegó Katherina a Nueva York tomé esa oportunidad para que se fuera con ella y Alex, sabía que él lo mantendría a salvo y nadie volvería a atentar contra su vida. Es curioso ver cómo tantas vidas y muertes han terminado en mis manos, hay quienes creerían que llevar un conteo es imposible, pero yo lo he hecho y recuerdo cada uno de los rostros, incluso sus voces siguen haciendo eco en mi cabeza hasta el día de hoy, pero ese es un secreto que solo un par de personas conocen bien. (...) 19 diciembre. Un día antes de la sorpresa Alexandre Cuando Max nos contactó para hacerle esta sorpresa a mi ángel quedé muy feliz, pero también pensaba en todo lo que se vendría, lo bueno es que al final pudimos arreglar nuestras diferencias con los Müller, nos costó bastante y es un proceso que llevará tiempo acostumbrarse, pero ya dimos el primer paso que le permitirá a ella estar más tranquila con respecto a la relación entre nosotros cuatro. Solo por mi ángel podríamos detener la tercera guerra mundial o provocar veinte más si así lo pidiera. Al quedarnos Max, Nicolay y yo a solas con mi pequeño en brazos durmiendo, sentí que era el momento de contar la verdad, especialmente a ellos que eran las personas con las que compartía un sentimiento especial por mi ángel. Me quedé viendo el hermoso cielo azul como los ojos de mi hijo y respiré profundo recordando todo lo que habíamos vivido, entonces ellos me prestaron atención un poco extrañados y comencé a contarles esa historia. El día que tuve a David en mis brazos y vi su rostro, la vi a ella, pensé que estaba loco por la idea que tuve hace años de formar una familia a su lado, pero con el paso de las semanas me daba cuenta de que no era así. Decidí investigar por mi cuenta, el primero al que interrogué fue Iván, puesto que él llegó cuando Katherina estaba embarazada y como un favor de mi ángel, quien me había pedido darle el trabajo de cuidar de mi hijo como fachada para esconderlo de algunas personas que querían matarlo. Le hice mil preguntas, él no me decía nada pero a la vez su silencio lo decía todo. Al no conseguir nada de parte de él investigué mejor todo el proceso que había hecho Katherina, descubrí por descuidos de ella que estuvo en Nueva York haciendo el tratamiento en vez de hacerlo en Italia, con eso sentía que estaba cada vez más cerca de la verdad, pero no encontré al médico o algún expediente de ella o de la donante. Cansado de no obtener nada, decidí viajar solo con mi hijo a Nueva York, para ese momento él iba a cumplir un año y qué mejor manera de celebrarlo que viéndonos con la mujer que amaba. Al llegar, le pedí a mi ángel encontrarnos en el hotel que me hospedaba y fue entonces cuando ellos se conocieron. La mirada que se dieron en cuanto se vieron es indescriptible, era como si supieran quién era el otro, él la veía como su todo y era increíble el aura que ellos dos emanaban. A partir de ese día ella nos visitó diario y yo aproveché a recolectar todo para realizar la prueba de ADN, debí pagar una suma grande para que me la dieran en horas, incluso llegué al punto de hacerme una con David y en el instante en que tuve ese resultado frente a mí no hay manera de explicar lo que sentí. Regresé al hotel luego de quemar esas hojas y los encontré durmiendo abrazados, él estaba en su abdomen con su cabeza en el pecho escuchando los latidos de su corazón, en lo que ella tenía una mano en su espalda asegurando la manta que los cubría, madre e hijo al fin estaban reunidos siendo uno solo. Es una imagen que nunca olvidaré logrando retratarla en una foto que guardo celosamente conmigo y he enseñado a David convirtiéndola en una de nuestras favoritas. Desde entonces me empeñé en salir adelante sin importarme lo que tuviera que hacer con tal de librarme de ese matrimonio y darle el apellido de su madre a mi hijo, quería volverlos a reunir y ahora que gracias a Max pude hacer que se vieran, otra vez me sentía muy afortunado, pero la mayor dicha para mí fue el día que este deseo se hizo realidad convirtiendo legalmente a mi hijo en un Wintar. —Por eso Max cuando casi mueres en Barcelona y el ver a mi ángel en ese estado todos esos días, me hizo pensar que ustedes debían estar juntos, renunciaría a todo para que ella fuese feliz con la persona que ama y a su vez le daría a mi hijo la oportunidad de estar con su madre, aun si debo guardar distancia y sufrir en silencio lo haré, ellos son mi vida y lo más valioso que tengo. —Y ¿cómo es que ella aceptó esa locura sin siquiera decírtelo? —pregunta Nicolay. —La verdad no lo sé porque nunca le pude sacar nada a Katherina, pero imagino que le hizo la mejor actuación de su vida y al final aceptó, lo increíble es que aun con tan pocas probabilidades David nació y es nuestro hijo. Noto a Nicolay bastante extraño, su semblante muestra dolor e impotencia y empuña sus manos con fuerza. —¿Qué pasa? No es usual ver esa mirada en ti Nicolay. Presiona sus ojos para evitar derramar alguna lágrima y toma una bocanada grande de aire. Nicolay No reniego de conocer a mi zarina porque con ella aprendí lo que se sentía querer proteger aquello que amas, vivimos muchas experiencias juntos y fui la persona aparte de su familia con la que llegó a abrirse y hablar de sus sentimientos, incluso fue difícil para mí hacer que Marcus me aceptara, pero todo lo que hice por y con ella ha valido la pena y también gracias a Rag, hoy día tengo la dicha de poder compartir mi tiempo con dos maravillosas princesas que se han vuelto mi todo, aun cuando no lleven mi sangre. Hace muchos años también quise formar una familia con ella y me prometí que después de que viviera un poco más la vida, le iba a proponer vivir en Rusia conmigo para cumplir ese sueño, sabía que ella no podía tener hijos sin el tratamiento y aun así las probabilidades eran pocas, pero igual estaba dispuesto a intentarlo, así que hice mis exámenes para asegurarme que estaba bien, pero más grande fue mi sorpresa y decepción al saber que no podía tener hijos, eso me destrozó el alma y vi mi sueño acabado. Es por eso que el día que conocí a Lily y Vicky me enamoré de ellas, su historia de supervivencia al igual que la de ella y esa actitud resiliente me cautivó, entre más las conocía más me atrapaban y vi tanto de nosotros en ellas que me sorprendía. Un día sentí el llamado al verlas dormir juntas, se veían hermosas, tan tranquilas y supe que la vida me estaba diciendo que ellas eran las hijas que tanto anhelaba. Me costó trabajo decidirme adoptarlas, no porque no las amara, sino porque temía que al llevarlas conmigo a Rusia pudiese perderlas por culpa de este maldito mundo. Cuando conocí a Max y lo vi con mi Zarina, pensé un tiempo sobre qué pasaría a futuro, pero me bastaba con recordar la forma en que lo miraba para saber la respuesta. Así que no lo pensé más e impulsado por los acontecimientos de esa ocasión tomé los papeles de adopción llevándomelas conmigo, de esa manera si no podría estar junto a Ragnar, al menos tendría un poco de ella en mis pequeñas que cada día me sorprenden más con su belleza, astucia y la picardía que maneja cada una. En ellas nos veo a mi zarina y a mí y eso me trae felicidad, aun cuando no pueda tenerla a mi lado como tanto deseo y aunque quizás lo parezca, no odio a Max, odio no poder ser lo suficiente para ella, odio no haberme arriesgado más en su momento en vez de dejarla volar, pero tampoco me arrepiento. Max Tres hombres, tres historias muy difíciles, todos con un pasado oscuro en nuestras familias, todos de distintas partes del mundo y nos unía un único deseo, una mujer que solo por ser ella nos había enamorado entrando hasta lo más profundo de nuestro ser. Desde el año pasado que regresé a los brazos de Rag creí tener todo mi futuro resuelto con ella, soñaba con una casa para los dos, un trabajo que nos hiciera sentir bien, formar una familia y ser mejor hombre y padre, pero en cuanto conocí a Nicolay la vida me fue gritando la realidad que desconocía por completo, una que albergaba otras vidas, con un pasado muy sólido y un presente inamovible. En cada trayecto que hemos pasado desde ese entonces hasta ahora, siento que no he tenido realmente un momento de tranquilidad, conocer la vida de mi noche se ha convertido en una montaña rusa sin fin, pero ahora que he pisado estas tierras con ella las cosas parecieran ser diferentes, me he dado el tiempo para pensar con calma, para sentir todo lo que he vivido al lado de las personas que he conocido y así mismo, he llegado a la conclusión de que Adler tenía razón, tengo la oportunidad de escoger una vida tranquila lejos de todo el peligro, la muerte, las mafias y mil cosas más, pero también tengo la opción de quedarme junto a la persona que en verdad amo, con la que he vivido cientos de momentos difíciles, dolorosos y maravillosos y que deseo hacer millones más, aún si el precio a pagar es muy alto. Es por eso que en Irlanda mientras Rag estaba con Abel paseando y hablando a solas, decidí quedarme en casa para hablarle a mi padre y a Marcus, las dos personas que podían guiarme mejor en esta travesía que estaba pasando. A mi padre debí contarle toda la verdad de lo ocurrido para obtener una perspectiva sólida de lo que necesitaba y a Marcus debí confesarle muchos pensamientos e inseguridades que estaba cargando, sin embargo, ambos se pusieron de acuerdo en algo y es que era evidente que el amor que sentía por ella era más grande, puesto que nadie soporta todo lo que debí soportar en este tiempo y continuar a su lado besándola y amándola con la intensidad y felicidad con la cual lo hago. Quedamos en un silencio melancólico durante algún tiempo, mismo en el cual repasaba en mi cabeza las palabras de ellos e incluso las mías. Cuando Alex regresó tras dejar a David en la cama durmiendo, ellos empezaron a despedirse, pero los detuve para decir la que sería la mayor locura de mi vida, una que haría ver un panorama nunca antes visto y el cual quería hacer realidad tanto como Lily, Vicky y David querían ser hijos de Ragnar en su momento. —Alexandre, Nicolay, unamos nuestras familias. Sus caras de que había perdido cualquier rastro de razón me lo decían todo y es que sí, estaba loco por hacer lo que estaba a punto de hacer si lograba convencerlos.
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