60. REUNIÓN FAMILIAR

2474 Palabras
Ragnar Quedan dos días para el año nuevo y ahora al trío de dementes les dio porque nos fuésemos a un lugar más espacioso, pues según ellos ese era muy pequeño y al ponerse los Müller de su lado era una batalla que no estaba dispuesta a pelear, así que aquí estamos en camino desde Gairloch a Inverness. Luego de dos horas de viaje (puesto que hicimos algunas paradas para tomar fotos) llegamos a nuestro destino, el cual me indica que aquí más de uno metió la mano al bolsillo, pero lo que más me desconcierta es que extrañamente en el parqueadero hay otros vehículos… No quiero ni imaginarme con qué irán a salir. Al ingresar nos encontramos un salón enorme con algunos trabajadores del lugar, uno de ellos nos indicó el camino hacia el jardín externo donde decían ya tener todo preparado, los pequeños no hacían más que preguntarme qué ocurría, pero ni yo misma tenía la respuesta. Llegamos al hermoso jardín con vista a las montañas, pero lo que me deja más impactada es ver a tantas personas en ese lugar, se trajeron a todos los de Nueva York, toda nuestra familia y algunos amigos como Richard, Carlos, Abel e incluso Drak y Luna estaban reunidos. —Noche, espero que no te enojes por traerte a un castillo, pero como puedes ver necesitábamos más espacio. —¿Qué significa todo esto? —digo sin salir aún de mi asombro. —Estamos en tus tierras zarina, celebramos un momento importante del año y qué mejor forma de hacerlo que estando con los que más nos importa. —Ángel, tú solo disfruta, porque si hay algo que tenemos todos en común es que estamos unidos gracias a ti, pero el otro año traeremos a más personas así que ve preparándote desde ya. —Es cierto Kätzchen, no quedaría mal como nueva tradición familiar. De la nada un grito nos saca de nuestra burbuja haciéndonos ver hacia el pasillo por el cual veníamos —¡Hey Max! perdona el retraso amigo pero los vuelos estaban horribles —Max se acerca a él dándose ambos un fuerte abrazo. —Hola Li, me alegra que pudieras venir y tranquilo que esto apenas va a empezar —Li repara en mi presencia reluciendo su cómplice sonrisa seductora. —Ragnar Wintar, estás mucho más bella desde la última vez que te vi y con una pequeña copia de ti —dice Li mientras se acerca a abrazarme y Max se nos queda viendo con cara de mil preguntas. —Lo mismo digo Li, Washington por lo visto te sienta de maravilla. —¿Cómo es que ustedes dos…? Rayos, no puede ser, hiciste que lo tuviera de compañero de cuarto ¿cierto? —pregunta Max exaltado. —Estabas incomunicado de nosotros y terminaste en urgencias más de una vez, me obligaste a ponerte un niñero y Li es un excelente estudiante, así que solo le ofrecí una beca a cambio de que te echara un ojo. —Es cierto Max, disculpa no decírtelo antes pero un trato es un trato, igual sí te considero un gran amigo. —No puede ser, tú y yo hablaremos después Wintar porque al parecer tienes muchas historias más por contar. —De acuerdo cariño, solo quita esa cara de ogro y disfruta —respondí haciéndome la loca. Sé que después nos haría todo un cuestionario, pero no tengo la culpa, no iba a contarle todo lo que había hecho cada minuto de mi vida. —Aunque sabes, tengo que reconocer que fue un hermoso detalle tu declaración de amor en Washington, solo que besar a ese sujeto me dejó muy sorprendida, no sabía que tenías esos gustos. Li y yo nos quedamos mirando divertidos al recordar los vídeos que grabó la vez que Max terminó drogado, mientras que los demás se preparan para disfrutar ese banquete lo antes posible, pues en cuanto escucharon mis palabras el semblante de todos se tornó a uno maquiavélico. —No sé de qué estás hablando. —Tranquilo Max, me aseguré de traer muchos recuerdos de esos días para compartirlos más tarde con la familia. —contesta Li colocando una mano en su hombro con hermandad, pero en el fondo anhela exponerlo... y vaya que hemos esperado este momento. No le dimos más cuerda al asunto y nos fuimos con los demás para saludarlos y hacer las presentaciones correspondientes, Livi y Marcus saludaron a las gemelas muy felices y entre líneas me enteré que habían ido a Rusia varias veces a visitarlas, después saludaron a Adrien con mucho cariño y finalmente vinieron conmigo para conocer a David (quién no pasó desapercibido por nadie al ser tan parecido a mí). —David, ellos son Livi y Marcus, mis padres y por ende tus abuelos. Mi pequeño no dijo una palabra, se sentía un poco abrumado al ver tantos rostros nuevos que no le quitaban la vista de encima, así que se aferraba a mí para que no lo dejase solo, mis padres comprendieron la situación y hasta colocaron un semblante del ayer, supongo yo recordando los días en que me pasaba lo mismo. —Es increíble el parecido entre ustedes, pero me alegra verlos reunidos. Marcus rodea la cintura de Livi tras decir esas palabras y apenas acarician la espalda de David para no forzarlo a nada, imaginan bien lo que él siente al haber pasado tanto conmigo y saben cómo actuar al respecto. —Cielo me gustaría presentarte a todos, sé que esto es abrumador, pero si los conoces te darás cuenta que son buenas personas, además de que también son tu familia y los aprecio mucho —él me mira un poco inquieto, pero no duda de mi palabra y hace un esfuerzo por conocerlos. Algunos comentarios de las mujeres lo hacen sonrojarse avergonzado cuando dicen que se parece mucho a mi con la diferencia de los ojos, esos tan bellos que heredó de su padre acompañada de una mirada llena de amor, con los hombres sí se puso más a la defensiva a excepción de Ty, Dani, Marcus e Isma, quienes le hablan con mayor soltura y adultez haciéndolo sentir bien. Por otro lado, todos estaban sorprendidos al ver el parecido con mis pequeños, no solo por lo ya mencionado con David, sino también con las gemelas que tienen mucho de mi carácter y en cierta medida Marcus e Isma decían que, de no ser por mi pasado, muy seguramente yo habría sido tan sonriente como ellas. Pero lo que me sorprendió fue cuando dijeron que incluso Adrien tenía ciertas actitudes mías, lo que nos sacó una sonrisa a ambos y él me abrazó fuerte y feliz. A pesar de todo nos cogimos un cariño muy grande desde que era pequeño y más al Adler nombrarme su madrina unos años después de que naciera. Una vez pasó lo abrumador por parte de los adultos quise que los niños fueran a jugar, un bonito detalle de parte de Nick, Alex y Marcus fue haber traído a los perros para que jugaran con los pequeños, eran las cobijas de ellos entre todo ese pelaje y como eran tantos pues estaba la hija de Liam y Vero, los hijos de Travis y mis cuatro terremotos, fue perfecto al cada uno tener su propio guardián. Así, mientras los pequeños se divertían y tomaban confianza entre sí, los adultos nos dedicamos a hablar y realizar diferentes actividades, entre estas charlas me enteré que la persona que empezaba a salir con Iván era nada más y nada menos que Abel, los cuales se habían conocido hace un tiempo y siguieron hablando hasta ahora, así que mi bendición estaba más que dada a ese par. En cuanto a mis hermanos, me alegraba verlos tan felices al lado de dos mujeres fantásticas que los colocaron a raya dándoles lo que necesitaba cada uno, Liam obteniendo crecimiento personal y mayor responsabilidad; mientras que Robert adquirió confianza en otros y supo que no estaba mal luchar por un amor, el cual crecería dentro de poco con la llegada de dos nuevas vidas a la familia. En todos estos años de vida nunca llegué a sentirme tan tranquila y feliz con tantas personas a mi alrededor y más, porque ellos son testigos de todo lo que he vivido a lo largo de los años, lo que me hace pensar que para las próximas fiestas podríamos reunir también a la Orquídea y algunas personas más de mi pasado. (…) 11:15pm —A ver si entendí, ¿me estás diciendo que me colocaste de niñero a un sujeto que había estado en la cárcel por fabricación y tráfico de drogas, robo a mano armada y que se acostó con la hija del dueño de una multinacional, motivo por el cual querían asesinarlo en San Francisco? —Sí —respondimos Li y yo al unísono. Llevábamos cerca de una hora entre botellas de whisky y ginebra explicándole a Max todo lo ocurrido con Li, ya los chicos estaban en la cama al igual que la mayoría de adultos y solo quedábamos unos cuantos en el salón junto a la chimenea, entre estos se encontraban los Müller, Nick, Alex, Oz, Isma, Marcus, Travis, Vero, Drak y Luna. —¿Ustedes sabían algo de esto? —pregunta Max a Drak y Luna. —En mi caso sí, sabes que debo estar al tanto de todo, pero no quiere decir que revele todo a mi hermana. —Motivo por el cual se ha ganado muchos problemas conmigo —contesta Luna mirándolo inquisitiva. —Igual deberá seguirlo haciendo Luna, la responsabilidad que carga Drak es mucho mayor y si llegan a ti entonces otros también van a querer aprovecharse de eso. —Igual me pareció exagerado lo que hiciste, no necesitaba un niñero. —Max te descuidaste mucho con tu salud y terminaste más de una vez en el hospital, incluso con Li de compañero terminó ocurriendo, así que antes agradece que lo tenías al lado. —De todas formas, no solo terminó siendo un excelente médico y niñero, sino también un doble agente, en especial cuando se presentó el atentado con tu abuelo —comenta Nick. —¿Cómo es eso? —Verás, cuando Rag me sacó de la cárcel en San Francisco, me hizo una propuesta que no pude rechazar... —Espera, espera, se supone que venías de Nebraska ¿cómo terminaste en San Francisco? —Es porque estaba de vacaciones visitando unos parientes, Vero y Rag estaban allá por negocios y casualmente se habían reunido en la empresa del CEO en cuestión junto a otros más, yo estaba en la empresa y fue cuando me descubrieron con la hija de él. —Entonces te arrestaron y ellas te sacaron. —Exacto, hablamos algunas horas y entre ellas me sacaron de la ciudad llevándome a Washington, donde hicieron el traslado de mis papeles universitarios, me acomodaron contigo y luego Rag me ayudó a ingresar a la colina informándole de todo a Drak. —¿Y eso cómo se conecta con mi abuelo? —Cuando él murió Romanov me contactó para que espiara a Kully que estaba de visita en la colina, y en Nueva York que fueron a confrontarlo los ayudé como externo, es más, mi entrenamiento fue dado personalmente por Ragnar, fue intenso, pero la pasamos genial. —Y lo de la beca y eso ¿si era verdad? —Sí, estaba todo patrocinado por ella y con mi propio esfuerzo me encargaba de mantenerla, es más, a finales del otro año seré trasladado a Suiza para apoyar a Oz y entraré a trabajar con un colega de él, al parecer mi historial delictivo llamó mucho la atención. Algunos reímos cómplices ante sus palabras, me levanto para servir un poco más de whisky, llenar los vasos de los demás y Oz me hace una señal para que vaya con él acomodándome entre sus brazos. —Es increíble, pero ahora muchas cosas tienen sentido. —Así es, igual sí te considero un amigo Max, al comienzo pensé que serías alguien aburrido y tedioso considerando que parecías un ratón de biblioteca, pero a medida que hablábamos me di cuenta que eras divertido y muy abierto. —Ahora que lo dices, me pasó lo mismo cuando lo conocí, solo que en mi caso pensé que te pondrías a la defensiva por Ragnar, pero conforme pasaba el tiempo y hablábamos me di cuenta que eres muy transparente —comenta Alex. —Demasiado diría yo, apenas llevábamos un par de días de conocernos y se me hizo muy fácil hablar con él, es que no te da la oportunidad de mentir o mantener una máscara —complementa Ares y los demás van afirmando lo mismo que ellos haciendo sentir avergonzado a Max, quien intenta disimularlo. —Creo que en eso tuvo mucho que ver Ragnar —comenta Vero silenciando a los presentes. —Cuando conocí a Max me di cuenta que era un chico tímido fuera del taller, pero con nosotros se desenvolvía bien y con el paso de los años fue mejorando mucho en el área social, especialmente porque Rag y yo lo llevábamos a varios lugares y lo animamos a hacer cosas para desenvolverse, como coquetear con chicas, hacer algunas diligencias del taller, entre otras cosas. —Pero ustedes nunca me obligaron a hacer nada de esas cosas. —Esa era la idea, que no te sintieras obligado; sino que todo fluyera en ti porque así lo querías, pero en el fondo eras manejado por las dos. —Maldición, ya no sé si quiero saber más del pasado —comenta Max un poco frustrado. —Piénsalo bien D'Porti, porque te aseguro que queda mucha tela por cortar y todo está manejado por las mismas manos —habla Oz en lo que yo bebo de mi vaso haciéndome la desentendida. —Noche... —su mirada de súplica me conmovió e interviene para ayudarlo. —No te agobies con tanto Max, si te hace sentir mejor, todos los presentes fueron manipulados de alguna u otra forma en más de una ocasión, pero ninguno lo siente de esa manera porque así se decidió, claro que hay sus excepciones, pero dudo que vayan a quemarme en la hoguera por eso. Todos se quedan viendo en mi dirección, fácilmente se puede ver entre sus sonrisas, la manera de verme, el cómo niegan con sus cabezas y sus expresiones faciales que están recordando todas las vivencias que hemos tenido a lo largo de los años, unas que han traído momentos de todo tipo que significan mucho para cada uno de nosotros, incluso yo lo hago y llego a la conclusión de que no cambiaría nada de eso, pues incluso en los malos momentos he tenido aprendizajes que me han hecho crecer hasta convertirme en la mujer que soy.
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