Max
—Recuérdame que nunca más vaya en contra de Ragnar y menos cuando se trate de Oz.
—No creo que sea necesario, después de todo el calvario que nos hicieron pasar, dudo que algún día lleguemos a olvidar esta lección.
—Bueno, bienvenidos oficialmente a la familia Jhonson.
Dice Nicolay en lo que nos da una fuerte palmada en la espalda a Alex y a mí y nosotros nos quejamos del dolor tan horrible que tenemos.
—Maldita sea Nicolay, ¿no pudiste hacer eso en otro momento?
—Lo haría, pero a mí me lo hicieron cuando pasé por eso así que debo desquitarme.
Él sale de la habitación carcajeándose en lo que nosotros nos sentamos un momento tratando de pasar el dolor antes de cambiarnos.
—Alex, si llega a haber una próxima vez, procuremos negociar el día del castigo como mínimo.
—Estoy de acuerdo, hoy fue un pésimo día para hacer algo así, pero al menos me alegra ver de nuevo su sonrisa.
Debimos tomar calmantes muy fuertes para soportar esta noche, puesto que las gemelas se encargaron de castigarnos con mano de hierro toda la tarde, nos pusieron a cargar las cosas más pesadas, arreglamos el jardín para la cena y a veces mientras llevábamos mucho peso en las manos, ellas nos pedían que las lleváramos en los hombros haciendo un mayor esfuerzo. Creo que después de esto haré más ejercicio que antes, porque no creo soportar demasiado y esos meses que no hice me acaban de pasar una factura muy alta.
Cuando al fin pudimos cambiarnos y salir al jardín, vimos que todos estaban encantados por el ambiente, optamos por hacer todo allí aprovechando el amplio espacio para disfrutar de toda esta naturaleza en vez de encerrarnos entre cuatro paredes, la gran fogata que hicimos se veía espectacular y servía mucho para calentarnos ante las bajas temperaturas, las parrillas y hornos funcionaban perfecto y nos sentíamos satisfechos al ver que valió la pena pasar por ese castigo.
Todos vestimos formal, bebíamos y reíamos muy entusiastas con todo lo que hablábamos y hacíamos, los chicos no se hicieron esperar para hacer de las suyas, los adultos contábamos anécdotas e hicimos varios juegos para entretenernos con los menores entre mímicas, adivinanzas y otras más.
Para la cena servimos muchos platillos hechos por Livi, Oz, Ragnar, Janet y los pequeños que también aportaron bastante en la preparación. Una vez llegó la media noche nos dimos el feliz año y luego todos se acomodaron cual lo acordado, estaban a los costados de la fogata para ver mejor el suceso y ser testigos de la locura más grande de nuestras vidas. Tomé a Ragnar de la mano y la llevé frente a la familia, quedando con Nicolay y Alexandre a mi lado.
Nicolay:
Zarina, hace trece años tuve el privilegio de conocerte y hablo por todos cuando digo que la vida tiene una forma muy irónica de haberte enlazado con nosotros. Contigo conocí el amor, nació mi instinto protector y cada momento que he vivido contigo ha sido especial.
Te vi crecer de muchas formas, fui testigo de cómo pasaste de ser una joven que no reconocía sus sentimientos, a una mujer que es más amada que nadie y tiene amor de sobra para dar a cada uno sin jerarquía alguna, y no conforme con todo lo que vivimos por muchos años, me diste la mayor felicidad del mundo quedándote a mi lado y dándome dos hermosas e increíbles hijas, ellas con sus risas, travesuras, los abrazos y besos que me dan siempre alegran mis días evitando que la tristeza me ahogue.
Creo que podría darte un discurso de tres días del por qué te amo con todo mi ser Ragnar Wintar, pero quiero que estos años, cada experiencia y esas dos hijas que tenemos y están allá viéndonos con sus bellas sonrisas, sean pruebas de ese sentimiento tan grande que abunda en mí y solo puede llevar tu nombre.
Alexandre:
Ángel, al comienzo me negué a este sentimiento por ti, pero el día que te entregué esa reliquia lo hice siendo muy consciente del amor que tenía y del futuro que planeaba a tu lado, aunque las cosas no se dieron como yo hubiese querido.
Pero hoy frente a estas personas y sobre todo, frente a David que es el ser más importante de mi vida, te digo que anhelo cada segundo pasarlo a tu lado, conocer cada faceta de ti y seguir viendo el rostro de ese pequeño tan vivaz con una enorme sonrisa solo por verte en su camino.
Quiero a mi familia unida ángel y sé que deseas lo mismo porque reflejas ese hermoso brillo en tus ojos cuando ves a nuestro hijo, eres su madre en todos los sentidos y no pudo tener una mejor en la vida, por eso quisiera que nos aceptaras a tu lado con el amor y la entereza que solo tú puedes dar.
Massimo:
Mi noche, mi sirena, eres eso y mucho más en mi vida porque solo a tu lado pude encontrarme, porque solo tú me haces sentir mil cosas y cada una me enamora más de ti. En Suiza te dije todo lo que pensaba en solo una canción, pero aquí en Escocia te digo que he visto un futuro a tu lado junto a nuestras familias.
Es por eso Ragnar Wintar que en nombre de la familia Romanov, la familia D’Angelo y la familia D’Porti, te pido que nos aceptes a los tres para estar a tu lado en las buenas y en las malas, en la salud y la enfermedad, en los conflictos y las alegrías de cada día de nuestras vidas.
Te pediríamos que te casaras con los tres, pero por desgracia no hay sacerdote que oficie la ceremonia, sin embargo, nos has dado algo mejor que un matrimonio y es la oportunidad de ser felices en la vida viendo crecer a nuestros hijos y envejeciendo a tu lado.
Max, Alex y Nick al unísono:
Por eso te preguntamos Ragnar Wintar ¿quisieras pasar el resto de nuestras vidas al lado de tres hombres que te aman con locura y devoción junto a nuestros hijos?
(Narrador omnipresente)
Se genera un minuto de silencio, todos están a la expectativa, algunas lágrimas se derraman, pero las sonrisas nunca son eliminadas de los presentes en lo que ella solo observa con suma atención a cada uno de los hombres que tiene en frente.
—¿Son conscientes de la locura que me están pidiendo?
—Sí zarina, todos anhelamos la misma cosa y a la misma persona, y tras dos horas de discusión llegamos a este acuerdo.
—¿Cómo sé que esto no acabará en la tercera guerra mundial?
—Porque todos los países hemos firmado el acuerdo de paz.
—¿Y quién es el autor intelectual de un acto tan demente?
—Fue Max quien propuso la idea de unir las familias y hablamos hasta decidir que nos mudaremos a Escocia para vivir todos juntos, pero solo si nos aceptas.
Ella se quedó mirando a todos los que eran testigos de ese momento, luego vio a Oz junto a sus tres hijos imaginando a un cuarto al lado de ellos, conectó una misma idea con él hasta que éste le dio una señal que ella entendió bien y cerró sus ojos intentando contener aquellas emociones que solo esos cuatro hombres podían hacer brotar de ella y al abrirlos, tenía a las personas que más amaba frente a sus ojos esperando ansiosos la respuesta, pero sabía que ser parte de esta locura solo traería un sinfín de problemas a futuro.
—Alexandre D’Angelo, Massimo D’Porti y Nicolay Romanov, espero que el día que decidieron hacer este acto tan demencial, también se pusieran de acuerdo para escoger sus lados de la cama porque vamos a necesitar una muy grande para los cuatro.
El grito de victoria que se escuchó por parte de los tres hombres seguido de las risas y alegría de todos era algo indescriptible, no había un recipiente para guardar todo el amor que había entre esos cuatro, pero quizás Escocia y el vasto océano que lo rodeaban podrían soportar tal sentimiento, así como albergaban el amor secreto de dos personas.
Todos celebraron el resto de la noche por tan magnífica escena haciendo comentarios de lo ocurrido, pero no con ánimo de criticar, sino expresando cuán locos estaban esos tres al hacer algo de ese estilo y más ella al aceptarlos para empezar esta etapa de su vida de una forma para nada usual.
(…)
Ragnar
Ahora puedo comprender las palabras de Oz y Livi, me sorprendió que ella se lo tuviera bien guardado e imagino que debió hacer un esfuerzo grande por no contarme y felicitarme antes de tiempo.
Saber que ellos planearon aquel deseo que le expresé a ella fue de ensueño, los gritos que esos tres dieron y el cómo me besaban y levantaban con alegría me hacía pensar que esta era la mejor recompensa en el mundo, entonces mis pequeños vinieron corriendo a nosotros para abrazarnos al saber que no volverían a estar separados y seríamos una familia unida.
Esto es algo que no tiene precio, aunque sé que lo pagué con creces por años y quizás deba seguirlo pagando, pero no me importará porque ellos, mi familia, vale cada situación de ese estilo que se llegue a presentar y mientras ellos estén bien, felices y a salvo, yo estaré bien.
A mitad de enero todos regresamos a nuestros respectivos hogares, puesto que hacer una mudanza de ese tipo considerando los trabajos de cada uno en medio, no era tarea sencilla ni rápida y por eso decidimos tomarnos el tiempo necesario para organizar todo con calma.
Algo que llegó a sorprenderme es que entre ellos llegaran a un acuerdo con respecto a los negocios de cada familia, los temas de la mafia los trabajarían exclusivamente Nick y Alex que tenían más experiencia, tomando a su vez el poder heredado por Antonio D’Porti. En cuanto a Max, se encargaría de los negocios legales de ellos dos más los suyos propios, de esa forma hicimos alianzas de muchas compañías para tener un mejor manejo de todo. Por mi parte, sabía que no necesitaba trabajar hasta el día de mi muerte, así que me dedicaría a la educación y crianza de mis hijos, adicional al apoyo que le daría a la triada y la Orquídea, básicamente lo que he venido haciendo desde hace años bajo cuerda.
El motivo principal por el que ellos lo decidieron de esa manera, además de la experiencia, es que sabíamos que casi no podrían estar en Escocia con nosotros, renunciar a La Orquídea es un riesgo alto y los desastres que se producirían por ello sería la hecatombe en muchos países, así que nuestros hijos vivirán aquí con Max y conmigo para mantenerlos a salvo ante cualquier conflicto y Nick y Alex verían la mejor manera de organizar todo para estar el mayor tiempo posible al año con nosotros.