45. SORPRESA INESPERADA

2457 Palabras
Ragnar —Ustedes dos me van a provocar una migraña. Masajeo mi sien ante el estrés provocado por este par que no han hecho más que darme una retahíla y para colmo, debí soportar un par más previo a esta videollamada por parte de Marcus y Livi. —Deja de blanquear los ojos Zarina, que si hubieras pedido nuestra ayuda o te hubieras negado a la petición de ese imbécil nada de esto habría pasado. —Y te recuerdo también que fue justo lo que te dije antes de separarnos, dijiste que todo estaría bien y mira nada más lo que pasó, pudiste morir al igual que Max ¿En qué rayos estabas pensando para hacer una locura como esa ángel? —Suponiendo que hayas pensado realmente con cabeza fría, porque de resto no encuentro otra explicación —remata Nick. —Sé que me pasé de la raya al haberle entregado esa carta a Wesker, también sé que tenía otras opciones, así como no pretendía dar esa oferta de no ser en extremo necesaria, pero deben entender que todo el asunto con Kathya y Max me tenía mal. —¡Maldita sea, eso no es una justificación para haber entregado tu vida y tu integridad de esa manera Ragnar! ¿¡Acaso no piensas en tu familia y lo mucho que te necesita y te quiere!? —grita Nick sumamente furioso. ...déjà vu... —¡Basta los dos, ya es suficiente con todo esto! Solo he escuchado quejas todo el maldito día desde Nueva York, Italia, Rusia, Alemania y hasta el maldito Sahara, así que bajan el tono y se calman un momento o juro que les colgaré y desapareceré de Alemania antes de que ustedes pisen el maldito hangar. Amo a ese par, pero ya estaba en mi límite y de por sí Marcus me trajo amargos recuerdos cuando me recriminó por mis acciones con Wesker. Ellos toman un respiro para intentar calmarse, pero es evidente que no lo hacen muy bien ya que su frustración es bastante notoria. —Zarina, de todas las malditas locuras que te he conocido esta sobrepasó en gran escala, comprende que tienes una familia que desea verte con vida, las niñas tuvieron pesadillas interminables esas dos semanas donde te veían sufrir y más de una vez debí llegar a la habitación para calmar sus gritos ¿Sabes lo horrible que fue para mí verlas y escucharlas decir todas esas cosas? —Y no solo ellas, David incluso estuvo enfermo las mismas dos semanas, permaneció hospitalizado y los médicos no lograban dar con la causa, debí recurrir a Travis para que viniera a verlo y lo peor de todo, es que él no hacía más que decir en medio de su agonía que quería verte, que lucharas y quería estar de nuevo contigo. Genial, justo sacaron la artillería pesada a sabiendas de que ellos son mi debilidad. Intento darme un respiro antes de que esto vaya peor entre los tres, lo que menos quiero es que vengan a Alemania con los pequeños y frente a ellos se desate una pelea contra los Müller. —Sé que nada justifica para ustedes mis acciones, pero ninguno puede cambiar el pasado, lo bueno es que sigo con vida, nuestros hijos están bien y pronto los veré nuevamente. Ahora les pido que por favor cancelen la idea de venir a Alemania y solo dejen pasar esto. —¿Cómo esperas que nos olvidemos de lo que te hizo Wesker?... Zarina, la Orquídea está a favor en su totalidad de buscar a Wesker y hacerlo pagar por lo que te hizo. —Será mejor que no se atrevan Nicolay, hice un acuerdo con Wesker y la Orquídea no tiene por qué intervenir en mis asuntos y si tengo que recurrir a cobrar las cartas que todos me deben para que detengan esa idea, entonces lo haré. —Ángel esto no puede quedarse así, lo que ese sujeto te hizo no fue cualquier cosa. —No me importa Alexandre, pero si ustedes siguen incentivando esta idea o la organización comienza un solo movimiento contra Wesker, yo misma iré contra la Orquídea y bien saben que el resultado no será bueno. —¿Por qué tantos gritos? Escuchamos al fondo la voz de Vicky y las dos al ver mejor a la pantalla salen corriendo hacia esta muy sonrientes. —¡Mamá! —gritan al unísono alegres mejorando mi ánimo significativamente. Al tenerlas en el despacho de Nick sabía que serían el escape perfecto de esta discusión, así que le pedí a ambos que nos dejaran hablar a las tres a solas con la advertencia que había dado previo a su llegada, ellos accedieron al ver que ninguna de las tres estaba dispuesta a interrumpir este momento y Alex finalizó la llamada en lo que Nick se retiró del despacho, me quedé hablando al menos una hora con ellas y después nos despedimos habiéndoles contado una historia para dormir, por supuesto me contaron sobre esas pesadillas y las calmé contándoles parcialmente la verdad. Igual ellas no eran tontas y habían vivido muchas cosas en Rusia este tiempo, al final comprendieron todo y me pidieron que tuviera más cuidado la próxima vez para no pasar nuevamente por lo mismo. (...) Días después Max Todos estábamos muy felices de haber recuperado a Rag, aunque en cierta medida sabíamos que tampoco era ella del todo, su actitud es un poco diferente, no sé si decir que era madurez, crecimiento o la cicatriz emocional por los hechos con Wesker, pero al menos estaba con nosotros y sonreía a pesar de todo. El día de hoy me levanté muy temprano y salí de casa junto a Ares y Sasha, compraríamos algunas cosas que Rag nos había encargado para preparar una comida muy especial que queríamos hacer, algún postre y también nos dedicaríamos a hacer las diligencias para los papeles del viaje, entre otras cosas, toda la mañana estuvimos absortos en nuestros deberes y charlas durante el camino, realmente la tranquilidad y felicidad se reflejaba en nosotros como hace mucho no pasaba. Así como Sasha hizo conmigo, también habló con Rag pidiéndole una disculpa, ella le dijo que no tenía nada que perdonarle pues era una víctima más y en vez de eso le agradeció por estar al pendiente de mí, cuidarme y acompañarme durante este tiempo. Al menos sé que al irme de Alemania, lo hago llevándome dos grandes amistades que son la de Sasha y Ares, con Adler no tuve tanta cercanía, pero tampoco quiere decir que nos lleváramos mal, todo lo contrario, era con mucho respeto y cordialidad. Según Ares, esa era la forma de ser de su hermano, alguien taciturno, cauto, no confiaba fácil ni rápidamente en nadie, pero no por eso había que bajar la guardia y es algo que dejó muy en claro cuando tuvo la pelea con Nicolay. —Max, ¿qué te parece si hacemos una parada para almorzar? dentro de poco será la una y no hemos comido nada en toda la mañana —dice Sasha. —Por supuesto, también estoy con mucha hambre, vamos a algún lugar en lo que llamo a Rag para saber qué le llevamos. —No hace falta llevarle nada, ella estará bien —comenta Ares dejándome un poco inquieto. —¿Por qué lo dices? —Hoy es un día especial y estará por fuera, así que no será necesario llevarle nada —si antes me sentía inquieto, ahora estoy preocupado. Creo que todavía tengo un poco de esa psicosis de que algo malo ocurrirá y él se percata de ello. —Confía en mí Max, hoy estará muy bien acompañada y en mejores manos no podría quedar. —Pero, ¿de quién hablas?, ¿quién está con ella? —Primero vamos a pedir la orden y te comento después. Entramos a un restaurante y hacemos nuestro pedido una vez nos sentamos, pero antes de que pueda hacer nuevamente la pregunta, un rostro viene reluciente a nuestra mesa con su enorme sonrisa alegrando mi corazón. Me levanto de inmediato y quedamos en un fuerte abrazo que nos llena por completo. —Me alegra que esta vez no me alejes. —Discúlpame por eso, pero ahora sí puedo aceptar todos los abrazos que quieras y en la intensidad que lo desees. —No me digas eso o me aprovecharé de la oferta —murmura seductora. —No me molestaría para nada considerando que eres tú —contesto de igual forma. Nos dirigimos a la mesa donde ella saluda a Ares y Sasha (aunque a esta última un poco cortante). Luna podrá ser muy liberal en el sexo, pero cuando se trata de las personas que le importa sin duda es bastante celosa y en parte me alegra saber que es así conmigo, pues sé que significo mucho para ella a pesar de haberla rechazado tiempo atrás. No quise desperdiciar la ocasión y almorzamos los cuatro juntos, ella dijo que tenía la tarde libre y nos acompañó en nuestras diligencias, así que estaba más emocionado al disfrutar este día a su lado. Sobre las tres nos fuimos a caminar al parque Tiergarten luego de terminar algunas compras cerca del lugar, Ares y Sasha se fueron a comprar lo demás que hacía falta y dijeron que llamarían después para recogernos, así tendríamos más privacidad. —Te veo muy feliz, incluso me sorprendió tu sonrisa cuando te vi en el restaurante. —¿Cómo no estarlo si te encuentro de nuevo aquí? —Se que me adoras Max, pero no soy tonta ¿acaso pudiste reconciliarte con tu noche? Mi sonrisa de idiota me delató, pero al mismo tiempo la nostalgia me inundó al recordar lo ocurrido, ella toma mi mano preocupada y sé cuál es la pregunta que viene, así que contesto antes de que la haga. —Sí nos reconciliamos, pero también me enteré que muchas cosas malas le pasaron en esos días, así como estos más de dos meses han sido un calvario. —Este parque es grande y si no nos alcanza podemos ir a otro. —¿Alguna vez te he dicho que te quiero? —pregunté sonriente. —Sí, pero igual me encanta cuando me lo dices —la atraigo a mi cuerpo dándonos un cariño inmenso entre besos y abrazos. -Te quiero muchísimo mi Luna, eres increíble. -Y yo a ti Max, nunca olvides que puedes contar conmigo para lo que necesites. Luna ha sido una de las mujeres más importantes en mi vida y la segunda a la cual he amado, sin embargo, no cambiaría una vida al lado de Ragnar. Sé que me tomará un tiempo recuperarme de este tormento y cumplirle mi palabra de que sería el hombre que necesita, ya le fallé con mi actitud infantil y ella recalcó eso en una charla que tuvimos hace poco, en esta dijo que no podía continuar viendo el mundo tan inocente; cuando ya había vivido una de las peores experiencias por culpa de ella y Kathya y menos si estaría a su lado. Esas palabras resonaron mucho en mi cabeza y me pusieron a pensar en mis vivencias desde el año pasado que volvimos a estar juntos, la llegada de Nicolay y Alexandre a nuestras vidas, las gemelas, David y todas las demás personas que he conocido a lo largo de este viaje, pero también estuve pensando que entre ella y mi padre me dejaron en una burbuja alejado de muchos peligros y en simultáneo, también conocí un lado más oscuro de mí mismo por Ragnar… y un poco por Vero, pero esa es otra historia. Sumado a todo esto, también está el hecho de que Rag mantenía una doble vida mientras estuvo conmigo, una la cual ahora que tenía la edad, las herramientas y conocimientos, debía afrontar como un adulto pues ya no era un niño y aunque soy muy joven todavía y me falta mucho por vivir, si quiero estar al lado de ella debo hacerlo siendo alguien fuerte, no solo físicamente, sino también mental y emocionalmente, ya que entre líneas ella me dio a entender que este tipo de cosas podían volver a ocurrir y debía estar preparado para lo que sea que nos depare la vida. Seguimos caminando en el parque en lo que iba contándole todo lo ocurrido con Rag, me sorprendió bastante saber que conocía a Wesker y sabía un poco de la vida de mi noche... o al menos por los rumores que se esparcían entre las bebidas de algunos lugares. Lo más increíble del asunto es que Luna nunca juzgó a Rag cuando estuvo ausente, le dolía verme en ese estado, pero ella siempre ha sido partidaria de que toda historia tiene dos versiones, solo faltaba la de mi noche y ahora que todos la sabíamos era evidente que yo fui el único que se dejó cegar por el dolor. —Me alegra saber que la recuperaste y más porque siguen juntos a pesar de todo el daño que sufrieron, espero que la próxima vez lo pienses dos veces antes de dejarte llevar por el impulso. —Yo espero que no exista una próxima vez, ella no se merece tanto sufrimiento, es una buena mujer con una vida... única. —Eso no lo pongo en tela de juicio y menos ahora que sé que tu amada noche es mi ángel y la persona que me regresó a mi hermano... por cierto... ¿crees que pueda verla antes de que me vaya? —esa mirada... —Sí claro —respondo irónico. —es evidente que no quieres solo verla, estoy seguro que quieres hacer surgir al ángel de la muerte. —Bueno, tampoco me enojaré si ella desea algo más, igual soy su leal servidora, mano derecha de la colina y gracias a mí y a Drak ese lugar va viento en popa —río ante su descaro. —Estás loca Luna, pero sí, al menos creo que puedes verla... —tomo una actitud más seria y le hablo en mi papel de diablo. —Sin embargo, no te saldrá barato, como entenderás, es el ángel de la muerte y no es fácil llegar a ella. Nos miramos retadores, hace mucho no teníamos este juego y ella lo sabía bien. Mordió su labio deseosa y cruzó sus brazos en mi cuello acercando sus labios a los míos, envolví su cintura y rápidamente dio un impulso sobre mí quedando sus piernas en mi cintura y mis manos en sus muslos. —Pídeme lo que quieras mi diablo, sabes que soy toda tuya. —No sabía que te divertías mucho en Berlín, Max. Maldición... de todos los momentos, ¿por qué justo este?
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