- ¿Estás segura que no sientes lo mismo? -
Las manos de mi mejor amigo envolvieron mi espalda, el calor que emanaba de su cuerpo era tan sofocante que por un momento llegué a estar nerviosa . . .
Podría decir que conozco todas las etapas de Pedro, pero esta vez creo que de verdad está hablando en serio y eso me preocupa . . .
Si soy sincera, eso me aterra . . .
Suspiré con fuerza tratando de removerme de su abrazo, pero antes de poder decir lo que tenía en mente, que era que lo nuestro no podía exceder el plano de la amistad, el me corto al decir . . .
- Es tu cumpleaños, lo que menos quiero es arruinarlo, tenemos todo este día y te esperare a que salgas de la universidad, se que es poco lo que te dejo descansar al traerte aquí, y aunque nos divertimos lo suficiente, solo quiero que sepas que siempre estaré para ti, sin importar cuándo, ni cómo, te admiro, te amo, te aprecio y te respeto más que a nada, se muy bien lo que estás sintiendo y lamento mucho haberte presionado, pero cada vez se me hace imposible no acercarme a ti . . .
Eres mi hermosa . . . -
Volví a suspirar sintiendo un pronto dolor de cabeza, me alegra que Pedro sabía muy bien cuando detenerse conmigo y darse por vencido, como siempre lo he dicho y pensado . . .
El parece la versión masculina de mi persona, claro que en ocasiones supera mis expectativas, pero lo amo como mi mejor amigo que es y no quiero que las cosas se salgan de su camino . . .
No puedo negar lo atractivo y lo inteligente que es pedro, sin duda sería uno de mis tipos ideales . . .
¿Les había dicho que tengo dos tipos ideales? . . .
El principal y sin duda, es mi chico guapo y poderoso, aunque ahora que lo conocí en persona, es como si mi visión sobre él cambiará poco a poco, no parece ser este chico devora gente que mencionan y tampoco es tan oscuro y reservado como creía . . .
Hay algo extraño en su persona . . .
Y es que aunque tiene muchos seguidores y las chicas se mueren por él, es obvio que además de su nombre, nadie parece conocer quién es realmente, de donde proviene, sus antecedentes familiares, es como si el poco sociable niño guapo y poderoso que conocí en el pasado, fuera otra persona . . .
¿Y si realmente no es él?, ¿Es posible que existan dos Dreik Black en el mundo? . . .
Quizá lo sea, es posible varias personas puedan tener el mismo nombre o el mismo apellido, debo investigar bien esto pronto, no quiero estar equivocándome de persona y bajando la guardia con quien no debo . . .
Como sea, debo de dejar que las cosas caigan por su propio peso . . .
Sin mencionar que por otro lado, mi otro tipo de chico ideal, es mi mejor amigo Pedro . . .
No se, si es porque siempre ha sido muy cercano a mi, a sido la única persona en el mundo que sabe absolutamente todo sobre mi, incluso más que Lea y creo que Lea sabe demasiado con mucho sobre mi . . .
- Pedro, sabes muy bien que no se trata de eso y puedes decirme lo que quieras a unos cuantos pasos lejos de mí, no hay necesidad de agarrarme como si fuera a desaparecer en el siguiente segundo . . . -
Sentí como Pedro me abrazaba más fuerte . . .
- ¡ Mierda ! . . . - Exclamé un poco enojada y sentí la sonrisa traviesa de mi mejor amigo sobre mi oído . . .
- Hermosa, yo se que tu quieres . . .
¿Por qué no lo piensas bien? . . .
Yo abajo y tu arriba . . . -
Debo decir que su maldita voz gruesa de conquista y su risa masoquista me hizo temblar hasta el apellido . . .
- P - Pedro . . . - Casi tartamudee su nombre . . .
"¿Pero que mierda me estaba pasando? . . ."
Parece que pudo percibirlo porque enseguida se apretó más contra mi espalda y sentí algo que no debí de haber sentido . . .
- ¡Mierda Pedro, deja de bromear conmigo! . . .
Esta puta broma de cumpleaños se está pasando un poco . . .
Me has presentado a tus putas conquistas de una noche como tu hermana para poder follártelas a tu antojo ¿De verdad, piensas que puedes hacer este tipo de juegos sucios conmigo? -
Estaba tan furiosa e irritada que mis palabras salieron en gritos y dio salto lejos de él . . .
Miro su rostro llena de ira, pero me encontré con sus ojitos llenos de arrepentimiento y dolor por mis palabras . . .
Esto no podía estarme pasando . . .
No me importaba el día en general, solo lo que está pasando ya era una molestia para mi . . .
- Leila, hermosa . . . - Trato de decir mi mejor amigo . . .
- Leila hermosa, un pepino . . .
Pedro . . . Solo deja que las cosas se calmen, en este momento estoy cansada, no quiero perder clases y lo mejor será que por esta noche, no la pasemos juntos, el día apenas está iniciando, creo que ambos necesitamos descansar y pensar bien las cosas, luego podemos ver que sigue . . . -
Lo mire un poco renuente a dejarme ir, y yo tampoco tenía la fuerza para seguir con esto . . .
había sucedido demasiadas cosas y no quería llegar a lastimar a mi persona favorita en el mundo luego de mi papi . . .
- Lo siento, no hay necesidad de cambiar las cosas, todo fue una broma que se salió de las manos . . .
De verdad, lo siento hermosa, vamos al hotel en donde me estoy hospedando . . .
No es muy lejos de la universidad, y conseguiré ropa para ti temprano, te juro que solo haremos lo de siempre y ya no habrán mas bromas pesadas . . . -
Conocía tan bien sus métodos, y esa sin duda era la excusa mas tonta que Pedro me había dado en sus años de vida . . .
pero decidí confiar en él, lo había extrañado mucho y no sabía cuándo lo volvería a ver después de esta visita de cumpleaños . . .
- Esta bien . . .
¿Peli de terror y papas francesas? . . . - Le pregunté con una sonrisa . . .
Pedro agarró mi mano con una sonrisa tan brillante que me dejó perpleja, sin reserva era un hombre muy guapo y sabía cómo hacer uso de ello de una forma descarada y sin límites . . .
Solo lo escuche murmurar cuando salimos del ascensor del hotel directo a la suite del último piso que había reservado para su corta estadía en este lugar . . .
- Te daré el mejor cumpleaños que jamás te han dado . . . -
Lo escuche claramente pero sin duda lo que había detrás de la puerta de su suite, jamás me lo hubiera imaginado ni por todo los años de amistad que teníamos juntos . . .
* * * * * * * * * ( ACTUALIDAD ) * * * * * * * * *
Dreik Black tenía las venas de sus manos azules, de la fuerza que ejercía al leer cada una de las letras escritas por su esposa.
Su ira estaba más allá del desborde.
Se suponía que iba a descansar, dejaría el diario de su esposa a un lado por un tiempo y tomaría ese necesario descanso y sueño que tendría que reponer después de una ducha, sin embargo la ducha fue lo más que pudo demorar en retomar su lectura,
Cada vez se sentía más intrigado por los pensamientos de su esposa, pero el hecho de saber que esa maldito de Pedro Skala había avanzado con ella más de lo que imaginaba, casi lo hizo volverse loco.
Pero estaba seguro de una cosa, que Pedro Skala por mas que intento jamás pudo lograr.
Y eso fue tener la primera vez de su mujer, tenerla como mujer, como esposa y lograr que se enamorara de él, eso era algo que jamás
conseguiría y tenía en sus manos la seguridad que a su mujer jamás la tendría ni él, ni ningún otro hombre.
Eso, sobre su cadáver.
Sin duda su esposa era sorprendente, más de lo que esperaba, no la dejaría ir tan fácil de su vida . . .