El diario de una esposa millonaria

TOMANDO VALOR

Dreik Black, abrió nuevamente el diario de su esposa, aunque ya no estaba tan desesperado por leer y curioso como antes . . .

Su interior todavía sentía esa necesidad un poco insoportable por conocer cada vivencia de su esposa en el pasado . . .

Podía volver a recordar vagamente los sucesos en los que él fue parte, tenía que aceptar que fueron unos de los momentos más refrescantes de su vida . . .

Pero no todos fueron así . . .

Se deleitó nuevamente, cuando sus ojos se encontraron con la exquisita y delicada letra bien formada, plasmada en cada línea del papel . . .

Era como un paisaje escrito y poético que lo transportaba a ese pasado en donde intentaba ser una persona diferente a la que en realidad era . . .

Juan Giova bufo, pero no se atrevió a hacer otro movimiento . . .

Lo único que pudo hacer fue mirar por la ventana un segundo y luego concentrarse en la agenda destinada para su jefe ese dia . . .

No podía tentar a su suerte, por lo menos ya Dreik Black había accedido a cumplir con la agenda y no a cancelarla como lo estaba haciendo últimamente . . .

En cuanto a Dreik Black . . .

El hombre se volvió a sumergir en los recuerdos de un pasado escrito . . .

Era hora de volver a sentir la sangre hervir . . .

Pues aunque, creía saber lo que pasaría a continuación, sólo podría saber de ello mientras estuviera en la escena, pero lo que sucedía cuando no estaba al lado de su esposa, eso era muy dificil de saber por si solo y mucho mas, si eso implicaba a otros hombres . . .

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* * * * * ( Relato, Diario de Leila ) * * * * *

Habia sido un día demasiado agotador para mí . . .

Por lo menos lo fue mentalmente . . .

- Pedro, es mejor volver, todavía tengo que ir la residencia estudiantil, tengo permiso por labor nocturno, pero eso no quiere decir que no tengo que poner mi firma de entrada luego del trabajo . . .

Ya me tomé un tiempo en venir contigo . . . Yo . . . -

En realidad no supe que más decir . . .

Pedro me tenía rodeada con sus brazos y el fuerte calor de su cuerpo me tenía mareada . . .

- Está bien, no te forzare . . . -

Las palabras de Pedro me tranquilizaron . . .

Pero luego me giró en sus brazos y solo sentí como el tiempo se movía un momento super rápido y luego en cámara lenta cuando sus labios cayeron sobre los míos . . .

Cálidos y húmedos como los recordaba . . .

Pedro había sido el único con la habilidad de robar mis labios por primera vez y cada vez que tenía la oportunidad . . .

Si era sincera, me gusta . . .

Y ahora parece ser que extraño sus labios junto a los míos, el calor que desprende su cuerpo cuando me abraza . . .

La suave brisa cálida que brotan de sus labios cada que susurra mi nombre y . . .

! Mierda ! . . .

¿ Que es lo que escriben mis pensamientos ? . . .

Volviendo el tema . . .

Sentí como su lengua hacía presión en mis labios . . .

No era que no supiera besar, lo había mirado infinidad de besos, pero no era lo mismo la teoría que la práctica y aunque pacientemente Pedro trato de guiarme, mi cuerpo temblaba como gelatina bajo su embriagadora enseñanza . . .

Quizá era la emoción que sentía ahora que me había metido en la cueva del lobo . . .

No podía negar que mi mejor amigo tenía algo que me atraía y era lo mismo que me hacía pensar en Dreik Black . . .

Ese chico que siempre catalogue como mío

. . .

" Mi chico guapo y poderoso " . . .

Pero ahora no sé qué pasa con él, es como si fuera otra persona, un tipo sociable y molesto, incluso podría decir que se está contagiando de las personas tontas a su alrededor . . .

¿ Quizá intenta hacer lo mismo que yo ? . . .

No lo creo . . .

Pero después de todo. las personas cambian y Dreik Black de seguro no es la excepción . . .

Pero parece ya no ser ese ser excepcional y misterioso que le encantaba . . .

Al igual que mi mejor amigo . . .

Dreik Black es alto, misterioso y sexy . . .

Imaginando que era ese hombre que me causaba cierta sensación indescriptible recorrer todo mi cuerpo con solo su olor, deje que los labios del hombre que me tenía entre sus brazos me abrazaran con locura . . .

Me aferre a su cuello, mientras las puntas de mis pies se inclinaban y se adaptaban con más comodidad a la altura de mi mejor amigo . . .

Deje que su lengua invadiera mi espacio bucal, llenándolo de su propio olor y sabor . . .

Era muy perceptiva a todo entorno y ahora asentía que mi cuerpo reaccionaba de una forma que jamás había experimentado . . .

No sabía hasta donde podía llegar esto, pero no quería determe y tampoco detenerlo . . .

Algo en mi cuerpo se activo y muchas corrientes de escalofríos hicieron que mis vellos se pongan de punta. que mi ritmo cardíaco se eleve y que mi respiración se agite . . .

En un momento, el cual no me di de cuenta en qué momento sucedió, mis pies volvieron a la forma plana del suelo, y mis labios soltaron un jadeo necesitado al ser separado de la fuente calor que me dejaba caer de golpe al frío helado de la noche . . .

Abrí mis ojos para darme de cuenta que Pedro me seguía mirando con esos ojos de deseo que me hizo soltar el aire que ni sabía tenía atorado en mi caja torácica . . .

Note que a Pedro le gustó que hubiera centrado mi atención en él . . .

Sin pensarlo mucho, me acerque a él y puse mi mano encima de la suya . . .

Pedro apesta mi mano y me lleva a sentarme en un banco solitario frente a una tienda de cómic que ya estaba cerrada . . .

Mi respiración todavía era desigual y mi cuerpo aún buscaba sentir lo que había perdido . . .

No se que era lo que buscaba, pero no quería seguir esperándolo . . .

Rome la iniciativa y puse la mano que tenía agarrada de mi amigo sobre mi muslo . . .

La movi hacia arriba lentamente, pero me detuve cerca de mi sexo . . .

No se qué demonios me había poseído en ese momento, pero me valía vęrga, quería volver a sentir eso que me hacía palpitar en esa zona sensible que jamás había permitido que nadie tocará.

Sin embargo, mi racionalidad no estaba presente, porque mis acciones parecían tener un gran efecto en él.

Ya que si voz salió un poco áspera cuando me dijo . . .

- Estás jugando con fuego . . . -

Sonreí con burla, está situación se asemejaba un poco a cuando tenía que ir a una misión secreta, era solo que en esas ocasiones no yo tenía emociones y jugaba a mi antojo.

Ahora tengo muchos sentimientos y deseos involucradas, aún si quiero actuar, no los puedo dejar pasar por alto.

- Parecías bastante insistente hace un momento . . .

Y ahora quería ver hasta dónde querías llegar. -

Pedro se movió más cerca de mi . . .

- ¿Y? ¿Que piensas? . . . -

Su sonrisa casi me dejó sin respuestas.

Fue esa sonrisa la que despertó un coraje en mi que no sabía que guardaba para ese tipo de momentos.

- No sé, dímelo tú . . . - Trace círculos con un dedo sobre su brazo y sentí como se estremecía con mi toque, pero se mantuvo controlado y en silencio.

Me emocioné al saber lo que podía causar en mi amigo solo con unas pocas palabras y un dedo de mi mano.

Sin embargo, cuando pensé que el juego se había acabado, se acerca a mí y me susurra.

- Sabes, creo que deberíamos ir a otro lugar. -

Y así, me tomo de la mano y llevo a ese lugar en donde conocería algo nuevo que daría un giro inesperado a mi vida . . . .