III. Jayden, el domador de gatitas

662 Palabras
—Me estás volviendo loco… —exclamo con la voz ronca sobre mis labios para después pasar a quitarse su chaqueta, desabotonar tortuosamente su camisa.   —Y tú a mí…   Mientras él seguía con su pantalón, yo tragaba fuertemente al ver toda esa escena… Nunca hubiese creído que estaría a punto de tener sexo con Jayden.   —Quiero que te acuestes en la cama.   Asentí obedeciendo sus órdenes sin rechinar, aunque al hacerlo podría sentir como todo en mí temblaba.   —Flexiona las piernas.   En eso Jayden se acercó a mí, su rostro era poco visible por la poca luz, pero podía ver como bajaba el cierre de su pantalón y pasaba a quitárselo. Segundos después se posicionó entre mis piernas, su boca se posa en mi cuello y poco a poco va bajando hasta la mitad de mis senos y toma uno entre sus labios.   Succiona.   Muerde…   Y me posee como él quiere.   Mientras a mi otro seno le daba leves pellizcos, de un momento a otro su mano abandono mi seno y bajo hasta mi muy expuesta vulva.   —No hemos empezado y ya estás chorreando. —gimo en respuesta.   En ese momento dos dedos se adentraron dentro de mí, entrando y saliendo rápidamente haciéndome gemir con locura, mientras él seguía mordisqueando mi pezón duro.   —Por favor… —implore.   Fue en ese momento cuando se levantó de la cama y se dirigió a su pantalón, saco del bolsillo un condón, bajo su bóxer y se lo puso y se volvió a posicionar entre mis piernas. Y fue en ese momento cuando posiciono su m*****o en mi entrada para después introducirse dentro de mí fuertemente causándome un gran dolor.   —¿Eras virgen? ¿Por qué no me dijiste que lo eras?   —No quería dar explicaciones.   —Da igual, es importante la comunicación… —me responde—, Aguanta un poco, sé que debe de dolerte… pero, aun así, respira.   Para ese momento mis caderas se empezaron a mover por sí solas, buscando el placer que necesitaban.   —¡Uff! Te sientes realmente bien, estás tan apretada que siento que en cualquier momento me voy a correr, creo que ya te acostumbraste a tenerte dentro de mí, abre un poco más las piernas… —Fue en ese momento cuando se introdujo dentro de mí profundamente, haciéndome gritar de placer para después volver a salir de dentro de mí—, ¿Esto era lo que querías? ¿no es así? ¿qué te hiciera mía como dijiste? ¿o estoy equivocado?   —No… por favor continua…   Para ese momento mis senos empezaron a saltar a causa de las embestidas, mientras Jayden besaba dulcemente mis labios, aunque sentía que me ahogaba a causa de tanto placer. Pronto las manos de Jayden apoyaron mis piernas contra mis piernas para darle más espacio y profundidad a sus embestidas. Aun estando sumida en el placer, sentí como Jayden poso su mano sobre mi cuello apretándolo un poco.   Para ese momento todos nuestros fluidos estaban combinados entre sí.   Nuestra saliva…   Sudor…   Los sonidos húmedos.   —Vamos Gatita, gime para mí déjame escuchar tu voz un poco más fuerte.   —No puedo más…   —Espera un poco ya casi terminamos.   Si no conociera a Jayden diría que, esta versión faceta Era realmente desconocida para mí, diferente. Casi siempre se le veía haciendo mala cara, malhumorado y lleno de frialdad, pero todo esto se había sustituido por un muy excitante y candente Jayden.   Fue en ese momento cuando explote. Aquel orgasmo se sintió mágico, no sabía si era por el hecho de tener las manos de Jayden sobre mi cuello interrumpiendo un poco mi respiración o por la alta excitación que tenía.   Unos minutos después de varias embestidas Jayden me siguió.   Quería decir que estaba lista para una segunda ronda, pero caí dormida al instante cansada por la alta actividad que habíamos tenido.
Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR