Después de que Rita terminará de guardar todas sus armas entre sus ropas, ella se dirigió a la entrada donde Daniel la estaba esperando junto a Matilde quien no paraba de llorar mientras le entregaba dos macutos con comida y le decía que volviera pronto a visitarlos. Cuando Matilde vio a Rita, su llanto se intensificó, entre balbuceos ella le dijo que volviera pronto y que nunca se olvidara de su joven amo. Después salió corriendo al interior de la casa. _ ¿Estás lista? Preguntó Daniel mientras se tiraba al hombro los dos macutos con comida que Matilde le había entregado. _ Dame un momento. _ Me iré adelantando, te esperaré al final de la calle. Rita le dio un beso a Asiel y le dijo. _ Recuerda que has prometido esperarme. Asiel le dio un fuerte abrazo, respirando el dulce aroma