Los ojos de Danica Rodriguez brillaron con molestia al ver el nombre de Harvey en la pantalla del identificador de llamadas, y colgó de inmediato, él la llamó varias veces más, pero finalmente se dio por vencido cuando ella no respondió. En el otro extremo, Harvey arrojó su teléfono al suelo con furia, el rostro sombrío y amenazante. —Michael, envía a alguien a Rontana para que vigile las cosas, quiero saber de inmediato si algo sale mal. Harvey no quería quedarse con la duda de si lo estaban engañando. Michael pensó en aconsejarle que no lo hiciera, pero no se atrevió al ver el semblante sombrío de Harvey. —Está bien, me encargaré de eso —respondió. Después de que Michael se fue, Harvey se quedó mirando los documentos sobre su escritorio, frunciendo el ceño con frustración, no podía